Sunday, January 16, 2005

Descabezados, pero no desarticulados

Una vez identificadas las figuras o amanuenses que intervienen en el encubrimiento y facilitación del negocio criminal, habrá que ver cómo el Gobierno actual, y la Justicia, se ocupan de ellas


Desmantelar una red del narcotráfico no es un ejercicio que sólo se queda en la captura y enjuiciamiento de sus cabecillas o principales cómplices.En el caso de la red recién descubierta, lo que tenemos a la vista es su descabezamiento, ya que su principal cabecilla ha sido detenido junto a otras personas que cumplen, a su vez, roles específicos dentro de ese sistema mafioso.

En torno a ellos funciona un círculo de los que pueden recibir, procesar, empacar, movilizar o distribuir la droga que, por el momento, nadie sabe a cuántas personas involucra, ni se ha informado de cuáles infraestructuras tienen a su disposición.

Luego, en apoyo a la maquinaria logística, existe el mecanismo del soborno, de la complacencia, en otras palabras, de la compra de silencios, de permisos, de impunidad para atravesar rutas y saltar procedimientos legales, donde se mueven muchos millones de pesos. En esta fase es que los narcos tocan las llamadas “altas esferas” del poder, que pudieran estar en posiciones políticas, empresariales, judiciales, periodísticas o de otra índole.

¿Cuántos, en esta fase o círculo, están comprometidos? Es algo que está por verse, y sobre lo cual pudieran asomarse detalles en la medida en que avanzan las investigaciones.

Una vez identificadas las figuras o amanuenses que intervienen en el encubrimiento y facilitación del negocio criminal, habrá que ver cómo el Gobierno actual, y la Justicia, se ocupan de ellas.Sacarlas de sus posiciones, si las tienen, y enjuiciarlas, es lo correcto.

Y ahí no quedaría satisfecha del todo la operación del desmantelamiento, pues donde se mueve demasiado dinero es mucha la gente que, directa o indirectamente, depende de su rol de complicidad.

Luego viene otra fase, esta de carácter más tenebroso, que consiste en la eliminación de testigos, de gente que pueda dar testimonios o pistas a las autoridades sobre el resto de la cofradía, la cual podría materializarse en el asesinato de personas, en ajustes de cuenta, o en fugas desesperadas.

Nunca se descarta, observando el patrón de consecuencias que han tenido otras cacerías de narcos en el mundo, que implicados con cierto poder, con cierta influencia, activen sus mecanismos de represalias--a todos los niveles---para tratar de impedir que las investigaciones lleguen hasta el fondo.

Veremos cómo aquellos que, en su íntima convicción, se consideran muy comprometidos o que pretenden pasar como “vacas sagradas”, intocables a la investigación, se van a comportar frente a este escándalo en las próximas semanas, cuando la justicia norteamericana comience a agarrar este toro por los cuernos.Y hasta por el rabo.

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