Dejemos de “fastidiar” con el Almirante
Dejemos tranquilo al Almirante en su gran faro, que demasiados problemas tenemos aquí para echarnos encima una controversia inútil e inacabable sobre la autenticidad de sus restos
Nadie se explica el afán que tienen ciertos “investigadores” españoles de escudriñar los restos del almirante Cristóbal Colón, con la ya prejuiciada intención de supuestamente establecer si son o no los del descubridor.A nosotros nos basta con los testimonios y las pruebas históricas que se han aportado para reafirmar que los despojos mortales de Cristóbal Colón son atesorados en nuestro país, pese a la controversia que pretende disminuir esta verdad.Es decir, que no tenemos ninguna duda, ni preocupación alguna en ese sentido, como para estar obligados, imperativamente, a someternos al deseo de unos cuantos científicos, sean o no de España, de poner a prueba sus propias teorías y suposiciones.Estaríamos brindando un escenario lleno de riesgos, y desautorizándonos de antemano nosotros mismos si, al permitir tal examen, desprovistos de toda seguridad sobre la calidad y competencia de sus examinadores, estos arrojan “dudas” sobre la autenticidad de los restos.Hasta ahora constituye un valioso patrimonio el que los restos descansen en su monumental faro.El tiempo y la historia han transcurrido sin que ese asunto nos cause alguna intranquilidad, mucho menos dudas.Lo que sí nos preocupa es que, antes de que se haya emprendido la investigación, se diga que su objeto es demostrar tal autenticidad. De hecho, ya existe un prejuicio, una incertidumbre y no tenemos, como país, todas las garantías de que el resultado del examen constituya una prueba de pulcritud y exactitud científica.A lo sumo, y sólo si la humanidad o las Naciones Unidas lo desean, se podría organizar un equipo internacional, con especialistas de varios países, incluyendo el nuestro, para abordar la re-identificación en un contexto general que abarque los aspectos históricos, antropológicos, físicos y médicos que sean menester. Se dice que el grupo de investigadores españoles quiere verificar las condiciones medioambientales en que se encuentran los restos. ¿Para qué y por orden de quién?Creemos que el Gobierno dominicano, a través de la Secretaría de Cultura, ha tomado una decisión acertada al pedir que se posponga la visita de los investigadores.Todo cuanto tenga que ver con aspectos que envuelvan reliquias históricas debería contar con la opinión y el consenso de la Academia Dominicana de la Historia, cuyos miembros han puesto ya determinadas condiciones y rigores en el eventual caso de que, por voluntad de las Naciones Unidas o expresamente del interés de España, como nación, se autorice el experticio de los restos. Mientras tanto, dejemos tranquilo al Almirante en su gran faro, que demasiados problemas tenemos aquí para echarnos encima una controversia inútil e inacabable sobre la autenticidad de sus restos.
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