¿Y por qué no comprarlos aquí?
Creemos que es atendible, para que no haya lugar a sospechas de algún chanchullo, que las autoridades del sector agropecuario y los productores nacionales discutan las posibilidades de adquirir localmente los productos que ahora se licitan internacionalmente.
Hay justificada preocupación en los industriales y productores dominicanos frente a los planes de INESPRE de importar masivamente distintos rubros que aquí se producen en abundancia.
Entienden que estas importaciones masivas son perjudiciales, porque vendrían amparadas en “permisos, exoneraciones y/o créditos correspondientes”, condiciones demasiado ventajosas que no se conceden a los productores locales.
Lo que se pretende importar, bajo estas premisas, son habichuelas pintas, espaguetis, pica-pica, atún, avena, leche en polvo, harina de maíz y aceite, a granel o empacados.
Lo que llama la atención , en este asunto, es que para una adquisición de esta magnitud no se den oportunidades a los productores locales, existiendo esos mismos productos en el país.Otra cuestión incomprensible es que se les excluya de la licitación, lo cual sólo se justificaría si se van a comprar productos que no se producen o se manufacturan en el país.
Además, a qué se debe que, para traer esos productos, los suplidores sean beneficiados de “permisos, exoneraciones y/o créditos correspondientes”, cuando a los productores locales se les aplican impuestos por aranceles del orden del 32 por ciento, incluyendo el ITBIS y el recargo cambiario.
Creemos que es atendible, para que no haya lugar a sospechas de algún chanchullo, que las autoridades del sector agropecuario y los productores nacionales discutan las posibilidades de adquirir localmente los productos que ahora se licitan internacionalmente, siempre y cuando existan condiciones iguales para todos, no ventajas para otros, que lucen ostensibles en el plan de importaciones masivas del INESPRE.
Avanzando juntos, día a día
En la inauguración del nuevo edificio de oficinas corporativas de la empresa telefónica Verizon, monseñor Arnaiz recordó uno de los tantos editoriales antológicos de Rafael Herrera, en el que decía que sólo dos instituciones funcionaban bien en el país hace años: la Iglesia y Codetel.
Codetel desarrolló la telefonía en el país y sigue siendo, bajo la denominación de Verizon, la más grande impulsora de los avances tecnológicos que se registran en esa esfera.
El edificio, llamado inteligente porque todo se activa electrónicamente, requirió una inversión de 50 millones de dólares, más 10 millones de dólares en un modernísimo centro de datos, inversiones que sumadas a más de 100 millones de dólares en infraestructuras y nuevos proyectos, garantizan un servicio de alta calidad y rapidez, así como de diversidad, para las telecomunicaciones dominicanas. Verizon, con esto, sigue haciendo bien las cosas.
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