Thursday, March 23, 2006

El “boom” del indigenismo

SANTO DOMINGO,REPUBLICA DOMINICANA.-En estos días, la vida política de Ecuador ha estado sobrecalentada por las marchas y protestas de los indígenas que se oponen a un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y reclaman más atención a sus necesidades como grupos étnicos.

Alentados por la fuerza devastadora que sus pares han tenido en Bolivia, que provocaron la desestabilización y caída de gobernantes electos democráticamente o de transición, los indígenas ecuatorianos también han salido a probar fuerzas.

Las marchas que, en forma de movimiento de pinzas, realizan desde todas partes del país para copar Quito, la capital, ponen a muchos a pensar en el alcance que puede tener el fenómeno del indigenismo en aquellas naciones latinoamericanas que han sufrido la corruptela de sus sistemas políticos en democracia.

Las preocupaciones se acentúan porque en el Perú un ex militar, que encabezó una intentona golpista contra Fujimori, está ahora a la cabeza de las preferencias del electorado, con fuerte apoyo de los indígenas, promoviendo crear la llamada República del Tawantinsuyo si llega al poder.

Evo Morales, elevado a la presidencia de Bolivia por el apoyo fundamental de los indígenas aymaras, también habla de “refundar” el país, para borrar las carcomidas estructuras de corrupción que fomentaron, y de la cual se beneficiaron ampliamente los políticos del sistema.

La dinámica que presenta esta explosión indigenista puso a reflexionar al agudo escritor cubano Carlos Alberto Montaner acerca del “viaje al pasado” que significaría, a su juicio, la asunción al poder de líderes y grupos indígenas que preconizan la “refundación” de esos países, sobre la base de los valores que una vez distinguieron a sus culturas.

Junto con los indígenas se amalgaman en el movimiento los pobres de América, que también han sufrido como aquellos discriminación, olvido, desatención y abusos de gobiernos que han actuado en nombre de la democracia, a menudo sin ser fieles creyentes o exponentes de los fundamentos democráticos.

El cansancio que tienen los pueblos en sus políticos o partidos es germen que impulsa el inaudito papel que asumen ahora los indígenas, procurando ser fuerzas motrices en la promoción de un cambio del estatus quo del continente que, para muchos, puede inclinar a favor la balanza del izquierdismo en gran parte del continente.

Como ha planteado Alejandro Miró Quezada, director del combativo y centenario diario El Comercio, de Lima, Perú, la desesperación de los pobres latinoamericanos está dando lugar a que busquen, en el indigenismo, un atajo más rápido para salir de los gobiernos incompetentes y los políticos corruptos, sin darse cuenta de que “el atajo tiende a elegir a un dictador”.

Para Miró Quezada, el problema del futuro de América Latina no es si sus regímenes giran hacia la izquierda o la derecha, sino que la lucha pueda derivar en una disyuntiva de “democracia contra democracia” , de la que naturalmente emergerán las dictaduras disfrazadas que prometen al pueblo mano dura contra la corrupción y la inseguridad y contra lo que llaman el “saqueo” de los bienes públicos y los recursos naturales de una nación por parte de compañías multinacionales o gobiernos más poderosos.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home