Nuevos horizontes para los fronterizos
En campos de la frontera donde no hay luz ni agua, la última tecnología de la informática comienza a dividir la historia entre una época de atraso y escaseces y otra de modernidad y nuevos horizontes.
A través de varios centros tecnológicos instalados por la Fundación de Desarrollo Comunitario (Fudeco) y Verizon, centenares de niños, jóvenes y adultos ya saben manejar computadoras, entrar al internet, aprovechar su inmenso caudal de información e interactuar con otras gentes en todo el mundo.
Como estos centros están instalados en campos muy paupérrimos, la energía con que operan la producen los paneles solares y la señal llega a través de parábolas.
Computadoras, paneles y pivotes satelitales son las herramientas que han comenzado a cambiar la vida de muchos habitantes que, hasta hace pocos años, desconocían la magia de estas tecnologías.
Los paneles solares han sido tan útiles que ya Fudeco financia su adquisición a pequeños y medianos empresarios agrícolas y a las propias comunidades organizadas.
Esto ha permitido que el agua extraída de pozos abiertos por esas comunidades, con el auxilio de Fudeco, pueda ser bombeada a los parajes.
Otros han utilizado pequeños paneles para colocarlos en sus casas, obteniendo energía, luz y potencia para bombear agua de sus pozos.
Lo que se plantea ahora es un choque cultural, una previsible transformación social, pues hay una generación conectada a la modernidad que coexiste con otra, inmersa todavía en el atraso.
Esto hará que se incrementen las demandas para que el Gobierno asuma los retos de proveer más tecnologías y para promover el aprovechamiento del recurso agua a través de pequeñas hidroeléctricas, de acueductos rurales o de los mismos pozos.
Fudeco lleva 27 años implementando estas soluciones prácticas, pero no había sido hasta hace poco tiempo que, en combinación con Verizon, instaló esos centros tecnológicos a un costo de 60 mil dólares cada uno.
Esto demuestra que no es necesaria una inversión tan alta para cambiar el panorama de atraso en la frontera, por lo menos en los poblados de la frontera Norte, que abarca Dajabón, Restauración, Mao y Loma de Cabrera.
Sólo falta que recordemos la frontera. Que vayamos al corazón de sus comunidades, las escuchemos y les resolvamos, con estas soluciones prácticas, sus elementales necesidades.
El director de Fudeco, Horacio Ornes, ha hecho mucho más a través de Fudeco y Save yhe Children, la organización mundial a la cual está afiliado.
Lo penoso es que ningún Presidente, en 27 años, lo ha llamado todavía para preguntarle qué ha hecho, cómo lo ha hecho y qué ayuda puede darle para hacer más, con pocos recursos y en poco tiempo.
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