Que se llegue al fondo de la verdad

SANTO DOMINGO.-La captura del principal sospechoso de asesinar al periodista Juan Andújar, corresponsal del Listín en Azua, abre el camino para el necesario esclarecimiento de ese bochornoso y cobarde crimen.

La vida del sospechoso Vla Pujols tiene que ser protegida al máximo, y lo primero que se impone es que sea trasladado de la cárcel de Azua a una de mayor seguridad.

Lo pedimos por varias razones: es en Azua, se dice, donde el arrestado conserva vínculos privilegiados que le permitieron burlar la persecución policial durante más de un año.

Segundo, si esos vínculos privilegiados se convencen de que el imputado Vla Pujols puede denunciarlos, de seguro que maquinarán para eliminarlo, para procurar impunidad.

Tercero, si bien es cierto que muchos jóvenes pertenecientes a la banda de malhechores cayeron en enfrentamientos con la Policía, luego de la barbarie que constituyó el asesinato de Andújar y las heridas contra el periodista Juan Sención y la huida al exilio del también corresponsal Juan Sánchez, no puede dudarse que la banda siga intacta y que alguno de sus sicarios pretenda retaliaciones contra la familia de Andújar.

Este diario ha recibido testimonios de que dos meses antes del asesinato de Andújar, desconocidos le amenazaban de muerte.

Los asesinos han sido tan descarados que, ya en la tumba, no le dieron sosiego a la viuda y, hasta hace pocas semanas, la acosaban y la amenazaban si no declaraba la supuesta “inocencia” de Vla Pujols en el caso.

Pedimos formalmente protección para Sandra de Andújar, la viuda. Y pedimos también a las autoridades proceder a una profunda investigación del imputado para llegar hasta los autores intelectuales, sean quienes sean, no importa su condición social, política o económica.

Esta captura de Pujols ha sido ahora una gran victoria de la Policía. Felicitamos al mayor general Bernardo Santana Páez por el interés que puso en este caso. Y creemos que la Justicia debe completar este esfuerzo, llegando hasta el fondo de la verdad sobre los que urdieron y ejecutaron este crimen, un caso sobre el cual tiene su mirada fija no sólo el pueblo dominicano sino la asociación de los 1,400 diarios que forman la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).