A la ADP: es mejor el diálogo que la interpelación

Ya existe, para eso, el Foro Presidencial por la Educación, la mesa del Diálogo Nacional y, si todavía faltase más espacio, LISTÍN DIARIO abre sus salas para el entendimiento entre doña Alejandrina Germán —colaboradora de nuestras páginas editoriales— y la directiva de la ADP, integrada por amigos de este diario

Este Gobierno ha proclamado su vocación al diálogo, pero a menudo hay que empujarlo para que sea más expedito concurriendo a él , menos lento en procurar las soluciones.Aún así, ha ido al diálogo, y eso es lo que importa, pues permite que las demandas de un sector sean ponderadas y atendidas sin que los reclamantes tengan que desesperarse y apelar a medidas de presión, que nunca son gratas para el que está siendo interpelado por la ayuda.Hay gobiernos que adoptan la política de desoir o ignorar los reclamos hasta ver si los que los hacen se cansan y se retiran de la lucha.Otros, sin embargo, sólo reaccionan y responden con presión, cuando ya la caldera de las demandas está al fuego máximo. El actual se encuentra en la escala intermedia, por suerte.En estas semanas, el Gobierno del Presidente Fernández se ha visto empujado a entrar en diálogos y negociaciones con diferentes sectores, aun cuando se sabe que heredó una crisis que todavía no le abre mucho campo para las concesiones.El más reciente episodio involucra al Senado, que le ha detenido la aprobación de proyectos cruciales para que se mantenga el acuerdo con el FMI.En el sector salud, hubo una combinación de apertura y de presiones, y ya se ven los frutos.En el de los maestros, desafortunadamente, no ha podido lograrse todavía una conciliación.La secretaria de Educación estuvo con nosotros ayer y nos habló de los importantes planes de su cartera.El maestro, en lo que concierne a su calidad profesional y a su remuneración, está entre sus máximas prioridades.La escuela sin maestros, o los maestros sin escuela, sería una tragedia nacional.Pero los maestros han recurrido en estos días a un mecanismo de presión para llevar a la secretaria al mismo hemiciclo desde el cual se ha incubado una rebelión contra el Ejecutivo, con lo cual trasladan hacia un escenario político y politizado —y por demás sectarizado— un conjunto de demandas que bien pueden dilucidarse, con justeza y equidad, en su ambiente mas lógico: la Secretaría de Educación.Los maestros deberían renunciar a ese propósito. Deben desactivar esa granada política fragmentaria y abrirse, nuevamente, al diálogo, que siempre será más productivo que la confrontación.Ya existe, para eso, el Foro Presidencial por la Educación, la mesa del Diálogo Nacional y, si todavía faltase más espacio, LISTÍN DIARIO abre sus salas para el entendimiento entre doña Alejandrina Germán —colaboradora de nuestras páginas editoriales —y la directiva de la ADP, integrada por amigos de este diario.Si el Presidente acaba de anunciar que privilegia el diálogo y la concertación, ayudémoslo, para que esa vía que nos concede la democracia nunca jamás se cierre.