El DNI y la seguridad nacional
SANTO DOMINGO, R.D.- El Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) debe ser “reinventado” para que asuma como propias, las tareas que en materia de inteligencia, se reparten numerosos organismos militares y policiales.
Como estamos bajo el signo de la modernización del Estado, no debe demorarse más la reforma de los sistemas de inteligencia nacionales.
Hasta ahora, luce ser un sistema muy disperso, descentralizado, manejado por muchas cabezas que probablemente trabajan acicateadas por un espíritu de competencia que, al final, en nada beneficia la seguridad nacional.
Los Estados Unidos pudieron comprobar que, pese a contar con varias agencias especializadas en espionaje, inteligencia y seguridad, el dato clave del plan de ataque terrorista estuvo en sus archivos sin que activara las alarmas para prevenirlo.
Tras el atentado a las torres gemelas y al Pentágono , no perdió tiempo en reestructurar su aparato de seguridad nacional, centralizándolo y adoptando nuevos enfoques y nuevos códigos a los que tienen que adecuarse los ciudadanos.
Aquí los problemas de seguridad nacional los hemos simplificado a aquellos fenómenos que pudieran amenazar el orden público, pero ya tenemos que superar esa limitada visión y entender que el terrorismo internacional no tiene fronteras para colocar su sello de sangre y espanto, de muerte y horror.
El Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) debe ser “reinventado” para que asuma como propias las tareas que, en materia de inteligencia, se reparten numerosos organismos militares y policiales.
Probablemente entre estos no hay mucha información compartida ni procesada.Y en cuanto al DNI, es menester que supere lo que se dice es su habitual función, el olisqueo de infidelidades, tratativas de negocios, pleitos matrimoniales o desenfrenos sexuales y chismes variopintos de figuras públicas y opositoras, y se convierta en la gran agencia que vele para que no seamos sorprendidos por las tantas amenazas que representa el terrorismo, el narcotráfico y otras “serpientes venenosas de muchas cabezas” que, al decir del director del DNI, el general Damián Castro Cruz, penden amenazantes sobre la tranquilidad de los pueblos.
Parte de las medidas adoptadas por Estados Unidos y otras naciones para prevenir atentados terroristas están en aplicación en nuestros puertos y aeropuertos, y se intensifica el adiestramiento de agentes e instituciones encargadas de la seguridad.
Toda esa preparación preventiva debe ir acompañada, como hemos dicho, de la modernización del esquema de inteligencia, mejorando la capacidad profesional de los agentes, su equipamiento y su entrenamiento.
Y, naturalmente, adoptar el enfoque correcto de su trabajo. Las amenazas a la seguridad provienen de distintas fuentes.Y por el hecho de que seamos un país pequeño y neutral en ciertos conflictos, no escapamos a la eventualidad de ser blancos de este flagelo que ensangrienta al mundo.
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