Thursday, October 27, 2005

“Bájate de esa nube/y ven aquí a la realidad”

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-La proclamada estabilidad no le garantiza al ciudadano de hoy encontrar ni medicinas ni alimentos a precios accesibles, ni despeja los negros nubarrones que tienen por horizontes muchos dominicanos de clase media que no alcanzan a manejar dinero suficiente para sus necesidades diarias

Dos discursos contradictorios emanan desde el Gobierno sobre la situación de la economía: uno la coloca, en materia de crecimiento, casi junto a China, y otro habla de una crisis que no ha pasado y de acentuada inequidad social.
Mientras se vende una bonanza macroeconómica, puramente logarítmica, una abrumadora mayoría está mal comida, se arracima en tugurios, asxifiada por la pobreza.
La falta de dinero hace sus efectos en el mismo Gobierno, causando parálisis en centenares de obras públicas necesarias, provocando retrasos en las asignaciones a hospitales y centros educativos y sumiendo a los consumidores en una inaguantable incapacidad para soportar las alzas de los productos de primera necesidad.
De que estamos mal, lo estamos. Y el Gobierno no lo ha ocultado.
Por el contrario, el secretario Técnico de la Presidencia nos lo recuerda a cada momento, cuando dice que todavía no hemos salido de la crisis.Y para que se vea hasta dónde es peligroso pintar pajaritos en el aire y acomodarse a una realidad que sólo existe en cifras, el presidente Leonel Fernández se ha ocupado de proclamar en la cumbre de Salamanca que la estabilidad no equivale a equidad social.
¡Claro que no!
La misma realidad dominicana lo pone de manifiesto, evidenciando la sumisión y el ajuste al que tenemos que recurrir en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para llegar al máximo de los sacrificios en aras de reducir el déficit cuasi-fiscal del Banco Central.
La proclamada estabilidad no le garantiza al ciudadano de hoy encontrar ni medicinas ni alimentos a precios accesibles, ni despeja los negros nubarrones que tienen por horizontes muchos dominicanos de clase media que no alcanzan a manejar dinero suficiente para sus necesidades diarias.
Con una variable que no podemos controlar, como es el precio del petróleo, no hay una economía dependiente en el mundo que no esté en vilo por esa causa, temerosa del derrumbe.
Esa estabilidad tampoco ha permitido que la población disfrute de servicios públicos apropiados, energía segura y suficiente, ni ha creado la paradisíaca imagen que todo el mundo anhelaría: la de ver a todos los sectores productivos en una dinámica de negocios florecientes y el índice de desempleo bajando hasta lo conveniente.
El cuadro real es un cuadro de crisis, de una crisis que no ha pasado pero que habremos de superar después de tantos sacrificios. Pretender convencernos de que ya alcanzamos el dominio de todas las variables en crisis luce un discurso para averages y méritos de tecnócratas, bastante chocante con la dureza y la crudeza de la vida de los de abajo.
Para los que nos venden tales ilusiones, no nos queda otra respuesta apropiada que la de recomendar aquella canción del cubano Ernesto Duarte, popularizada por Fernando Álvarez, Benny Moré, Aurelio Reynoso y Rolando la Serie que dice: “Bájate de esa nube... y vuelve aquí a la realidad”.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home