Roberto y Pacheco, un pacto de respeto mutuo

SANTO DOMINGO.-Roberto Salcedo y Alfredo Pacheco son dos jóvenes de éxito en la política. Ambos tienen suficientes méritos ganados en esa actividad. Y ahora el destino los enfrenta en la lucha por la sindicatura del Distrito Nacional.

Los dos han demostrado decencia y capacidad de trabajo, sin recurrir a las desmesuras ni los excesos de la demagogia o de la fricción callejera para imponerse en esta lid.

Sin embargo, sus partidarios no parecen copiar el ejemplo y, de acuerdo con denuncias de lado y lado, estaría librándose entre ellos, en plena calle, una feroz competencia de ataques mutuos y destrucción o daño de sus propagandas .

Es posible que en los tramos finales de una campaña, los partidarios se enfervoricen y recurran a los golpes bajos, a las acciones sucias, para atizar un enfrentamiento mayor que pretenda restarle votos y avances a la candidatura del contrario.

Conocedores de estos riesgos, proponemos a ambos amigos ñy por igual al resto de los candidatos a síndico del Distrito Nacional y de la provincia Santo Domingoñ que suscriban lo más pronto posible un compromiso de respeto mutuo en lo que resta de la campaña.

Esta es la plaza política más importante, más competida y más caldeada del país, donde los partidos hacen sus grandes apuestas por el voto. La importancia de la plaza hace que, por sí misma, su disputa parezca, para los partidos, un reto de vida o muerte.

Los partidarios fanatizados se creen entonces que pueden actuar en todos los planos que la lucha permita, y de ahí es que vienen a menudo los desagradables choques de caravanas, las agresiones verbales, la destrucción de propaganda y las descalificaciones mutuas.

La competencia debe ceñirse a los aspectos claves que encierra o compromete la posición que se disputa. Las sindicaturas del Distrito y de la provincia Santo Domingo tienen que dar respuestas eficaces y reales a todos los problemas no resueltos y a los que la modernidad o el crecimiento urbano van creando cada día.

Lo que debe sobresalir es el talento, las mejores ofertas y la voluntad sincera de afrontar tal cúmulo de retos y responsabilidades.

Creemos que esas cualidades están presentes en los candidatos a los que dirigimos este pedimento, y nos gustaría que las pusieran de manifiesto en este esfuerzo de conciliación y respeto entre todos.