Tuesday, May 23, 2006

¿Cuánto cuesta el proceso electoral?


SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- Es innegable - y esa es nuestra posición - que la democracia tiene un costo económico inevitable en partidos y campañas políticas tanto para esta como para cualquier sociedad, y que es un gasto imprescindible.


Pero, ante el volumen de actividades y propaganda de todo género como las que hemos visto incrementarse en los últimos años, sería interesante establecer ¿cuánto cuesta, cuánto gasta la sociedad dominicana en este proceso para sostener instituciones que son inmanentes al contexto del buen gobierno, como es el caso del Congreso Nacional y los ayuntamientos?
Sería un buen ejercicio matemático o contable que deberían hacer las autoridades.


Es imprescindible que tengamos un Congreso Nacional o un organismo de creación de regulaciones. Es, asimismo, imprescindible la creación de un cuerpo de gobierno más reducido a nuestro entorno, como es el caso de los ayuntamientos. Estos organismos han sido la base de la mejor forma de gobierno que se ha podido dar la humanidad a través de los últimos milenios.


En todas las sociedades y en todas las culturas han existido estas instituciones de gobierno con mayor o menor desarrollo, poder o influencia, más claramente aplicados o únicamente esbozados. Éstas, por tanto, parecen inherentes a la forma de vida de los seres humanos en todas las latitudes.


Por tanto, no estamos discutiendo el valor social de estos organismos.Lo que tratamos de advertir es algo que uno de los embajadores de la Unión Europea, recién establecido en el país, notó desde que pisó tierra dominicana: “Cuan costosa es la campaña política en la República Dominicana, una nación pobre”.


Como el Congreso Nacional estará ahora inclinado hacia el partido del presidente Leonel Fernández -quien ha dado muestras de interesarse en temas como los planteados por organismos internacionales para la reducción de la pobreza y mejorar la educación- sería importante que este tema del gasto sea analizado cuidadosamente.


¿Es imprescindible todo esto para que la población escoja representantes a los ayuntamientos o al Congreso Nacional? Si de todas maneras tendremos que escogerlos ¿no habrá una forma menos costosa?


Un punto a favor de los que han criticado esto es observar el nivel de las abstenciones. La propaganda no ha sido suficiente para convencer de votar a la mitad de la población. Entonces, ¿para qué sirvió todo ese gasto? ¿Dónde estuvo la falla? ¿Debió todo ese dinero dirigirse hacia otros capítulos no menos importantes?


Nuestros líderes políticos deberán reflexionar con precaución en torno a esto y quizás presentar a la sociedad una propuesta seria de remediación.

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