Friday, September 30, 2005

Consenso de gelatina

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- Los efectos catastróficos que estos impuestos pueden tener en la competitividad y la rentabilidad de los sectores productivos, o en la capacidad adquisitiva de la población, jamás se subsanarían con las llamadas partes compensatorias de la reforma, porque el Estado no nos devuelve, ni en servicios ni en calidades, lo que el contribuyente le ha pagado.

El “consenso” para la reforma fiscal no fue tal, a juzgar por la forma en que varios sectores están objetando las medidas clave del proyecto.

El rechazo más abrumador ha sido para el aumento de la base y el porcentaje del Itebis, así como contra los gravámenes a los ahorros y a los beneficios obtenidos por la vía de certificados e inversiones financieras.

Las empresas afectadas por impuestos selectivos, como las de bebidas alcohólicas y telecomunicaciones, han encontrado en las vistas públicas un escenario apropiado para hacer saber que estas cargas les resultan pesadas.

Si hubo algún consenso en la etapa de diseño del proyecto de reforma, en la práctica el compromiso parece haberse tornado gelatinoso. Y esto puede tener sus explicaciones. No es lo mismo discutir o ponerse de acuerdo en una sala privada con las gentes del Gobierno, que ir a decirle públicamente al país, en las vistas congresionales, con qué realmente se está o no de acuerdo.

Una reforma fiscal de los alcances de la que se ha propuesto el Gobierno pudiera ser el paliativo que se busca a la pérdida de unos ingresos fijos por más de 20 mil millones que dejarían de percibirse al momento de la entrada en vigor del TLC con Estados Unidos y Centroamérica.

Este sería el resultado del desmonte de la comisión cambiaria del 13 por ciento. Ese 13 por ciento de la comisión cambiaria, como han dicho los empresarios, aumenta progresivamente en la cadena de comercialización.

Cuando se propone que el Itebis suba al 16 por ciento, en realidad estamos ampliando aquella comisión cambiaria en tres puntos porcentuales, pero con la desventaja de que al tratarse de un impuesto que administra el que vende y ofrece el artículo o el servicio, su cobro absoluto no está garantizado.

Otro elemento clave de la reforma es su pertinencia en el actual contexto de apreturas económicas del país, del pueblo, especialmente de los menos favorecidos. Una reforma no puede implantarse pasándole por encima a esta realidad. Tampoco puede motivarla un gobierno que no devuelve a la población, en obras reproductivas, en empleos y en mejor calidad de los servicios sanitarios y educativos, parte de la millonada que logra con esta sangría impositiva.

En el papel, y para el cálculo matemático, es fácil combinar números y sugerir impuestos. Pero los efectos catastróficos que estos pueden tener en la competitividad y la rentabilidad de los sectores productivos, o en la capacidad adquisitiva de la población, jamás se subsanarían con las llamadas partes compensatorias de la reforma, porque el Estado no nos devuelve, ni en servicios ni en calidades, lo que el contribuyente le ha pagado.

Ahí es que radica la verdadera y sentida oposición a esta reforma fiscal. Naturalmente, hay sectores que sólo pretenden todo el beneficio para ellos, porque siempre han vivido de la expoliación, de la evasión o de otras formas de engaño, y que procuran que las cargas vayan sobre los hombros de una clase media escuálida y atrapada por la crisis.

Thursday, September 29, 2005

¡Apuren el paso!

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- El Gobierno, insistimos, tiene que apurar el paso cuando se trate de atender a los necesitados, para que no siga cosechando tantas insatisfacciones y desalientos de aquellos que sufren y no tienen quién los defienda y los proteja.


Ya ha pasado un mes que Tamboril quedó inundado por las aguas del río Licey. Una persona murió, más de noventa casas fueron arrasadas y cuatro puentes resultaron derribados.

Hace pocos días se repitió el fenómeno, pero no con la misma intensidad de la primera vez. En ambos casos, sin embargo, ha sido lenta la respuesta dada por las autoridades para atender a los damnificados y para proceder a la reconstrucción o reparación de lo que resultó dañado.

Es ahora cuando los directores de la Defensa Civil y del llamado Comité Operativo de Emergencia han llegado al pueblo para realizar un listado de necesidades.

La Iglesia y el sector privado se movieron rápido, tras la primera tragedia, consiguieron fondos para atender a los necesitados y en estos momentos se están ocupando de localizar terrenos para la construcción de casas que luego se darán a los damnificados.

Las dos crecidas del río han puesto en evidencia la necesidad de construir un muro de contención, de hacer puentes más altos, dragar el cauce del río, reforestar sus riberas y prohibir nuevos asentamientos humanos en su entorno.

Tamboril vive bajo riesgo de una tragedia mayor y esto es suficiente para que el Gobierno, que ha sido lento e ineficaz resolviendo esas urgencias, se comprometa formalmente a la adopción de medidas para evitarla.

Para que luego no se aparezca un obispo y le diga tres o cuatro verdades, como se las acaba de decir el de la Diócesis de La Vega, sobre el penoso estado de indefensión en que se encuentran los habitantes de pobladitos por los que pasa la carretera Duarte, desde Arenoso hasta Moca, cruzando por La Vega, arropados en una nube de polvo porque no ha sido asfaltada.

En el caso de Tamboril, la indiferencia del Gobierno resultó manifiesta. Los primeros auxilios no llegaron a tiempo, como se había dicho, y los alimentos también tardaron en llegar. Por suerte, la Iglesia y los voluntarios llevaron zinc, colchones, sábanas y raciones alimenticias que mitigaron las escaseces en esos primeros días.

Otro ejemplo de desatención por parte del Gobierno es el de la comunidad de Sánchez. A pesar de la visita del Presidente Fernández y de las disposiciones dadas para que se construyan nuevas viviendas que sustituyan las derribadas o agrietadas por un problema de aguas subterráneas, a esta hora no hay casas ni terreno.

Así como el Gobierno, vía sus principales funcionarios y los que se amanceban por paga para hacerle bulto a sus “realizaciones”, es rápido y fuerte pegador respondiéndole a todo el que roza, con sus críticas, su delicada piel, así de rápido debería proceder para atender a los pobres y desventurados cuando pierden sus ajuares, sus casas y hasta sus esperanzas, tras una tragedia o un fenómeno imponderable.

El Gobierno, insistimos, tiene que apurar el paso cuando se trate de atender a los necesitados, para que no siga cosechando tantas insatisfacciones y desalientos de aquellos que sufren y no tienen quién los defienda y los proteja.


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Wednesday, September 28, 2005

¿Negocios con el rockash?

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- Como una vez dijera el Presidente Fernández, el rockash “E pa’fuera que va”. Y no puede admitirse que, por alguna argucia o afán de lucro, se hagan negocios con esa basura para que se quede aquí y no sea devuelta a su sitio de origen.

Una de las solemnes promesas de las autoridades antes y después de asumir el poder fue la de que sacarían del país la basura contaminante o “Rock-Ash” que trajo a Samaná y Monte Cristi el pasado gobierno.

Esa promesa, como otras tantas, no se ha cumplido. Por el contrario, lo que se dice es que parte de esos materiales ha sido ya usada en carreteras en construcción y hasta en la reparación de algunas calles de ciudades del interior.

Ahora se ha denunciado que otro sustancial volumen del “Rock-Ash” podría ser negociado con una empresa productora de cemento, para mezclarlo con otros componentes y utilizarlos en la industria de la construcción o en obras viales.

Si esos eran los planes, pues que se vayan olvidando los que hayan ideado ese supuesto negociazo, ya que la Cámara de Cuentas de la República Dominicana, en una sentencia administrativa, acaba de disponer que el “Rock-Ash” sea devuelto a Guayama, Puerto Rico, de donde vino.

La autoridad, que prometió y no ha cumplido con devolver el “Rock-Ash” a Puerto Rico, está compelida a respetar esta sentencia sin precedentes, o a hacerse cómplice, por acción u omisión, de una ilegalidad si no la acata.

Alrededor de este caso parece que se ha movido un gran negocio para muchos que han intervenido, de una forma u otra, en el affaire.

Ya lo había denunciado el senador de Samaná. Y talvez por esa fuerte lucha de intereses hicieron saltar del cargo al primer procurador de Medio Ambiente que inauguró este Gobierno, en el justo momento en que formalizaba el proceso de acusación contra varios ex-funcionarios gubernamentales.

La sentencia de la Cámara de Cuentas es importante no sólo en sus aspectos meramente jurídicos o legales, sino en las consideraciones sobre el dañino impacto que esa basura causa al medio ambiente y a la salud humana.

Estas consideraciones aplican a todo hecho que se considere “crimen ecológico”, penalizable desde todo punto de vista por cualquier nación que haga respetar el principio de la conservación de su ambiente.

La sentencia también es bastante clara cuando ordena a las empresas que trajeron esa basura que costeen el trabajo de saneamiento de las áreas donde ha estado depositado el “Rock-Ash”, y ordena a la Secretaría de Medio Ambiente a que haga cumplir la resolución y devuelva esa basura a Puerto Rico.

La Cámara de Cuentas, con esta resolución, ha hecho más por la defensa del medio ambiente, en este caso en particular, que lo que otras instancias debieron hacer, en su momento, para deshacernos de ese material dañino y peligroso. Como una vez dijera el Presidente Fernández, el “Rock-Ash” “E pa’fuera que va”. Y no puede admitirse que, por alguna argucia o afán de lucro, se hagan negocios con esa basura para que se quede aquí y no sea devuelta a su sitio de origen.


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Tuesday, September 27, 2005

El ListÍn no inventa

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- A finales del 2004, la Refinería admitió que Industria y Comercio introdujo “elementos de compensación” a causa de las diferencias cambiarias del momento, lo que revela que los precios también se aplican según las coyunturas.


La Refinería Dominicana de Petróleo y la Secretaría de Industria y Comercio han desmentido categóricamente la noticia de que los precios de las gasolinas están sobrevaluados.

Esa fue la principal historia de portada de ayer de nuestro diario. Y es el resultado de una investigación hecha con expertos de la Refinería quienes, a nuestra solicitud, elaboraron escenarios posibles sobre los precios reales que deberían tener los combustibles, a partir de una serie de factores de cálculos y del nivel de la tasa de cambio del dólar respecto al peso, y de distintas escalas de precios del barril del petróleo en el mercado internacional.

La Refinería dijo que “carece de validez legal tal documento, ya que la empresa no ha realizado un examen o auditoría sobre la escala de precios”. Entendemos su explicación, pero le decimos que el LISTÍN no inventa.

El secretario de Industria y Comercio, Francisco Javier García, vino al LISTÍN a compartir un café informativo y aquí también negó que haya sobrevaluación. Una muy buena noticia que ningún periódico ha tenido la suerte de publicar hasta el momento.

El LISTÍN posee los cuadros comparativos que prepararon expertos de la Refinería, contactados durante una investigación periodística hace más de dos semanas. No ponemos en dudas la rigurosidad y el esmero del cálculo ni sus crudos resultados.


Tratándose de un ejercicio validado por la capacidad y la experiencia de sus autores, y conociendo su rol dentro de la empresa, no era necesario que se le colocara un membrete oficial al documento para reconocer su origen.

A decir verdad, la mayor parte de las noticias que se recogen en los medios de comunicación provienen de fuentes oficiales y generalmente se divulgan de manera verbal. No por eso dejan de tener su propio sello de autenticidad.

En materia de fijación de precios de los combustibles los parámetros son cambiantes, ya sea porque el precio del barril sube o baja, o porque la prima del dólar ha fluctuado.

En el 2004, la Refinería admitió que Industria y Comercio introdujo “elementos de compensación” a causa de las diferencias cambiarias del momento, lo que revela que los precios también se aplican según las coyunturas.

Dos semanas atrás bajaron sustancialmente, a pesar de que se mantenían las causas que los elevaron la semana anterior. Luego, con las mismas causas, volvieron a subir.
Las noticias acerca de la sobrevaluación son confirmadas por los propios detallistas de combustibles y por especialistas independientes, conocedores de la materia.

Los resultados del estudio publicado por el LISTÍN están a la vista, sujetos a la más estricta comprobación de los interesados. Hay sobrevaluación y esto nadie puede ocultarlo.


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Monday, September 26, 2005

El que tenga oídos para escuchar...

SANTO DOMINGO, RD.- Lo que dicen nuestros obispos y sacerdotes es la suma de los sentires de un pueblo que talvez no encuentra otros medios para expresarlo con la elocuencia y el dramatismo que tal realidad comporta.


Por su propio respeto y culto a la verdad, a la Iglesia no puede imputársele que exagera la realidad del país cuando denuncia precariedades o injusticias que abochornan la dignidad humana.

Obispos y sacerdotes, y los demás religiosos y laicos que los acompañan en la misión pastoral, palpan a diario las necesidades del pueblo —a todos los niveles— como ningún gobierno lo hace.

De ahí que sus opiniones y valoraciones sobre la situación social y económica del país han de tomarse como un reflejo fiel de la realidad que conocen y que auscultan, para mejor interpretarla.

En las últimas semanas y de manera individual arzobispos, obispos e importantes prelados han hablado del deterioro de las condiciones de vida de los dominicanos y han llamado la atención del liderazgo político y empresarial sobre los alcances de una nueva reforma fiscal.

Han advertido que cargar con más impuestos a la población es contraproducente, mientras el Gobierno no resuelva satisfactoriamente las necesidades de salud, medicinas baratas, educación y seguridad ciudadana. Lo que dicen es la suma de sentires de un pueblo que talvez no encuentra otros medios para expresarlo con la elocuencia y el dramatismo que tal realidad comporta.

La Iglesia, a juzgar por las opiniones concordantes de sus más altos representantes, percibe que ha habido actitud timorata, irresponsable y huidiza de las autoridades frente al reclamo de castigar la corrupción.

También percibe que muchos problemas, ya creados, persisten o se agudizan por la falta de dirección y seguimiento. O porque no hay voluntad para ocuparse de ellos, sino de otros asuntos que a lo mejor no son tan prioritarios en una sociedad en crisis.

De ahí que fuese tan directo y tan elocuente el arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, al decir que la nación reclama una “mano firme con guantes de seda”, es decir, una conducción más orientada al gobierno justo y recto, sin excederse en la imposición del orden o de la disciplina.

De inmediato, desde ciertas áreas del Gobierno quisieron buscarle a esta expresión, como se dice, la quinta pata al gato.

La verdad subyace en ella, aunque no sea del agrado de los que mandan. El mensaje, por igual, ha sido bien claro: la autoridad no puede palidecer o dejar de ejercerse, ni sustraerse a las realidades que enfrenta, por más duras que sean.

Otra visión dramática la ofreció el obispo de la diócesis de La Vega, monseñor Antonio Camilo, al decir descarnadamente que “es para atrás que vamos” y que ya a la gente, desatendida en sus necesidades de salud en los hospitales, sólo le queda esperar la muerte en su casa.

Otros obispos han llegado a tiempo al cuadro de la crisis y han hecho sus respectivos llamamientos al Gobierno y a la sociedad.

Sería muy aconsejable que prestásemos cuidadosa atención a lo que ellos dicen y que hagamos lo indecible para que este país no se nos rompa en muchos pedazos cualquier día por causa de tantos desaciertos.

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Saturday, September 24, 2005

Se le va de las manos

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- Lo de la “mano firme, con guantes de seda”, alegoría magistralmente usada por el arzobispo de Santiago para resumir los atributos que, en esta hora, deben caracterizar la gestión de un Presidente, es un reflejo de lo que está pensando el resto de la sociedad.


Los problemas que retan a este Gobierno se les van cada vez de sus manos. Y es penoso que, a los más altos niveles, haya gente que no sepa qué hacer y hacia dónde vamos.

Se nos dijo que “todo está resuelto” en materia de compras petroleras, pero lo cierto es que todavía estamos mandando misiones a Caracas para poder echar a andar el acuerdo con Petrocaribe.

Nos imponen, encima, un sobreprecio de 200 mil dólares por cada barco petrolero y el secretario de Industria dice que no sabe que eso sea así.

El desayuno escolar arranca y, a los pocos días, tiene que ser suspendido al conocerse que la leche que se usa está siendo comprada con casi 18 pesos de diferencia al valor que rige en el mercado.



Nadie en Educación, al parecer, lo sabía.
El sector de la construcción queda desprovisto de materiales básicos, se paraliza virtualmente, y todo porque no se le ha buscado un mecanismo que planifique y regule las extracciones de agregados del lecho o las riberas de los ríos.

Es casi el mismo problema que ha paralizado la construcción del nuevo relleno sanitario de Santiago, para lo cual se gestionaron 75 millones de pesos de préstamo, todo a causa de una dejadez de las autoridades correspondientes.

En un país que anheló castigo para la corrupción del antiguo gobierno es desconcertante que, además de no haberla perseguido, se escuchen ahora a funcionarios del ministerio público quejándose de que no les llegan las auditorías escandalosas que ha hecho la Contraloría.

Las diferencias de criterios, públicamente expresadas por funcionarios, evidencian que en muchos aspectos el Gobierno parece actuar desarticulado de sus propios órganos o de sus propios planes.

De la suma de tantos desajustes es que emerge y cobra fuerza la idea de que, ante la magnitud de los problemas que agobian a las autoridades, es preciso que estas actúen con prontitud pero con acierto. Con decisión, sin titubeos. Con equidad, sin abusos y sin apañar lo mal hecho. Pero que actúen.

Lo de la “mano firme, con guantes de seda”, alegoría magistralmente usada por el arzobispo de Santiago para resumir los atributos que, en esta hora, deben caracterizar la gestión de un Presidente, es un reflejo de lo que está pensando el resto de la sociedad.

Sabemos que el país enfrenta serias dificultades, unas heredadas, otras de nuevo cuño, y que, como ha dicho monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, todavía el pueblo no ha tirado la toalla ni se ha rendido ante la crisis.

Por eso resulta preocupante que, en muchos aspectos, parezca que las cosas se les van de las manos al Gobierno, sin que haga mucho para impedirlo. O sin saber cómo hacerlo.


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Friday, September 23, 2005

El plan pastoral para Santiago

SANTO DOMINGO, RD.- El plan de pastoral resultará la plataforma adecuada para fortalecer la vida espiritual y moral de los fieles católicos y para comprometerlos aún más en el servicio a su país. Y en esto hay que dar el mayor respaldo y calor a monseñor De la Rosa y Carpio para que lleve adelante, con muchos frutos, este inmenso reto misionero.


La Arquidiócesis de Santiago está inmersa, como lo hizo en su momento la de Santo Domingo, en el cuidadoso proceso de diseñar su pastoral para los próximos 30 años.

La pastoral no es más que la suma de tareas orientadas hacia la promoción de los dones y talentos que tienen sus millares de fieles y colocarlos al servicio de la fe y de la sociedad. En cada iglesia particular, y la de Santiago es una, el principal responsable de llevar a cabo la pastoral de evangelización en lo social es el arzobispo, asistido por todos los sacerdotes, los religiosos y religiosas y los fieles laicos.

Como dijo el evangelista Juan, la Iglesia camina junto a toda la humanidad por los senderos de la historia, vive en el mundo y sin ser del mundo está llamada a servirlo siguiendo su propia e íntima vocación.

La pastoral es el plan destinado a defender y exaltar la dignidad humana, a estrechar más la relación de todos los fieles con Dios y a profundizar sus compromisos con el mejoramiento de la sociedad dominicana. El ilustre y apreciado arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, está súper animado con este gran reto. Y esto lo ha llevado a fortalecer a las comunidades religiosas de su provincia y a ponerlas a trabajar para resolver algunas necesidades sociales.

Pero la Iglesia, sola, no puede echarse encima toda la carga de penurias que encuentra a cada paso, en cada rincón y en muchos corazones, en su constante peregrinar por el mundo.

Monseñor De la Rosa y Carpio está tratando de continuar las grandes obras sociales de sus antecesores, Hugo Eduardo Polanco Brito, Roque Adames y Juan Antonio Flores en una arquidiócesis que ya atiende a un millón de personas. Su proyecto es formar cien nuevos sacerdotes para que se ocupen de atender a esta grandiosa feligresía, cada vez más ansiosa por encontrar iglesias para la unidad en la comunidad y para la alimentación espiritual a través de la fe.

El hecho de que el plan pastoral tenga un horizonte de largo alcance —30 años— es prueba del enorme desafío eclesial, pero también de la necesidad de dar respuestas a las crecientes necesidades de una población en dinámico crecimiento.

El arzobispo de Santiago está muy preocupado por los derroteros que parece andar el país y percibe que hay gran deseo de oración en las gentes para que, mediante el auxilio divino, se limpie el camino de tantos obstáculos. La gente está soportando la crisis existencial marcada por muchos factores, pero a juicio de monseñor De la Rosa y Carpio, “no ha tirado todavía la toalla”, es decir, no se rinde ante las adversidades.

El plan de pastoral resultará la plataforma adecuada para fortalecer la vida espiritual y moral de los fieles católicos y para comprometerlos aún más en el servicio a su país. Y en esto hay que dar el mayor respaldo y calor a monseñor De la Rosa y Carpio para que lleve adelante, con muchos frutos, este inmenso reto misionero que Dios le ha puesto.


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Thursday, September 22, 2005

El carrito chocón

SANTO DOMINGO,REPUBLICA DOMINICANA.-Como presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo, Arístides Fernández Zucco ha puesto en claro que no todo es color de rosa en nuestros tratos petroleros con Petrocaribe.Esas verdades han sacado de casillas al embajador venezolano en el país y a sus mancebos del Gobierno dominicano.Fernández Zucco había advertido que el acuerdo de suministro de petróleo bajo Petrocaribe no estaba funcionando como se decía, y esto fue el detonante para que el embajador Belisario Landis, que ha actuado aquí como el carrito chocón de la diplomacia chavista, denunciara una inexistente conspiración contra Petrocaribe. Ese señor ha sido conflictivo y talvez tenga sus razones. Pero al acudir a los medios de comunicación y dar un show político con sus exageradas denuncias, se olvida que el Presidente de la nación a la cual él representa no va muy lejos para echarle un boche a cualquiera que, en su apreciación, intervenga en sus asuntos internos, aun se trate del embajador o el Presidente de los Estados Unidos.En el caso que nos concierne, no ha habido por parte de Fernández Zucco ni de la prensa dominicana, en sentido general, una actitud de irrespeto hacia Venezuela ni su gobierno en el manejo de estas verdades que muchos, en la administración actual, no se atreven a exponer por el exagerado culto que rinden a Chávez por una supuesta “extremada generosidad” en el suministro petrolero, como si fuese el único e inevitable suplidor nuestro.Hay formas, hay normas y hay vías para trasmitir cualquier queja, y el embajador sabe que ese canal es la Cancillería, pero prefirió acudir a la prensa que, por suerte no está acogotada por una ley mordaza como en su país, para hacer imputaciones excesivas y desbocadas contra sectores nacionales. Pese a este espectáculo, es preciso dejar sentado que las relaciones de hermandad y solidaridad entre Venezuela y República Dominicana están por encima de las beligerancias de un embajador que pretende actuar como procónsul y por encima del conflicto creado por un grupo de oportunistas que quieren agenciarse no sólo el pago del transporte del combustible, sino la comisión que esto representa en un negocio multimillonario y apetecible para aquellos que sólo buscan grandes tajadas en ese reparto. Petrocaribe abre una oportunidad para adquirir petróleo en condiciones de financiamiento bastante flexibles, pero no por ello ha de constituirse en la nueva deidad frente a la cual tenga que arrodillarse este gobierno y esta nación, como para aceptarle rabiacas o excesos a este o a cualquier embajador entrometido.Todavía falta concretizar los acuerdos verdaderos para que las transacciones petroleras se den según las condiciones establecidas en ese pacto de cooperación energética. Un pacto que, por cierto, tal como dice la declaración firmada por varios gobernantes, entre ellos el Presidente Fernández, es la respuesta al “contexto económico internacional “injusto, heredado del colonialismo y el imperialismo impuesto por los países desarrollados y ricos” y al “enorme despilfarro de las sociedades consumistas”de este mundo. Así como se lee.

Wednesday, September 21, 2005

Eso no funciona

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- El país terminará este año pagando alrededor de mil millones de dólares adicionales a la suma total que había presupuestado para la compra de carburantes. Sobra explicar las consecuencias que se derivan de esta carga económica imprevista.


El Gobierno ha estado muy creativo en la formulación de propuestas dirigidas al ahorro de combustibles, un propósito sano y necesario para prevenir las consecuencias financieras que ya resultan de los incrementos récords en la factura petrolera nacional. Sin embargo, no ha sido todo lo certero que se requiere.

El país terminará este año pagando alrededor de mil millones de dólares adicionales a la suma total que había presupuestado para la compra de carburantes. Sobra explicar las consecuencias que se derivan de esta carga económica imprevista.

Esta es la realidad. No hay tiempo de mirar hacia atrás, porque al final no ayudará en nada, que no sea el tradicional lamento y levantar el dedo acusador dirigido hacia los otros.

Se impone la racionalidad, la disciplina, la autoridad y el buen juicio para cumplirla.

La experiencia del fin de semana pasado, matizada por la venta irregular de combustibles en caminos, barrios, patios y otros lugares a lo largo y ancho del territorio nacional, obliga a que se adopten medidas que impidan esa peligrosa y especulativa actividad.

Más, no puede ser simple y sencillamente impidiendo que las estaciones de expendio de gasolinas y gasoil sirvan el producto a los que lleven envases plásticos o de metal para suplir necesidades de generación privada que no guarden relación con los vehículos de motor que se pueden desplazar hasta los lugares donde se despachan de manera normal esos carburantes.

Miles de pequeños y grandes negocios en ciudades, barrios y comunidades rurales no pueden abastecerse de combustibles a menos que no sea comprándolos en esos tipos de envases.

Incluso, amplias zonas agropecuarias del país utilizan gasoil para sus plantas de bombeo de agua para riego y consumo humano, que compran el carburante en tanques y otros envases, y que de ninguna manera estarían en capacidad de adquirirlo si la Secretaría de Industria y Comercio pone en práctica la prohibición sugerida por la Secretaría Administrativa de la Presidencia.

No debemos apostar a quién más ideas sugiera, sino a lo práctico, efectivo y sensato para enfrentar con éxito una situación que nos afecta a todos.

Resulta, pues, claro advertir que esa prohibición de ventas de combustibles en envases, evidentemente no funciona. Al contrario, daña.

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Tuesday, September 20, 2005

El “fiao” seductor de Petrocaribe

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA. - El asunto está en dar al combustible el uso más provechoso posible, tanto para el desarrollo y la estabilidad del servicio de energía como para sostener otras fuentes de riqueza para el país. Pero no para quemarlo y desperdiciarlo paseando por las calles o consumiéndolo en otras actividades improductivas.


La necesidad de ahorrar combustibles y energía es un imperativo de la nación. No podemos seguir costeando importaciones petroleras carísimas, si los combustibles adquiridos no tendrán, al final, un uso productivo y rentable.

De nada vale desperdiciar carburantes si estamos pagando demasiado por ellos.
Sabemos que, producto de esa realidad, las importaciones y el consumo de los distintos combustibles han experimentado reducciones en lo que va de año. Excepto las de gas licuado.

El hecho de que Venezuela, a través de Petrocaribe, nos asegure suministros y el diferimiento de los pagos del 40 por ciento de la cuota autorizada, no nos libera de la obligación de pagar en efectivo, “al cascarazo”, como dice el pueblo, el 60 por cierto del valor del producto.

No debemos caer en la seducción de comprar más petróleo en estas condiciones, sólo porque sí, porque nos difieren el pago de un 40 por ciento del volumen importado.

Tarde o temprano, también habrá que pagarlo, y no se sabe si en condiciones más onerosas y difíciles que las actuales.

El asunto está en dar al combustible el uso más provechoso posible, tanto para el desarrollo y la estabilidad del servicio de energía como para sostener otras fuentes de riqueza para el país.
Pero no para quemarlo y desperdiciarlo paseando por las calles o consumiéndolo en otras actividades improductivas.

Por otro lado, nos preocupan las largas filas de automovilistas y motoristas comprando gasolina en recipientes plásticos para almacenarlos en sus casas, porque esto podría crear un caos mayor.

Se ha comprobado que muchos de esos conductores, para apaciguar el calor, mantienen los vehículos con el aire acondicionado encendido, gastando combustible. Con lo descuidados que solemos ser a menudo, ese trasiego de gasolina de los carros o los motores, podría ocasionar un accidente horroroso.

La población debe ser informada del riesgo, el peligro que significa guardar combustible para almacenarlo en residencias o para tenerlo en tanques o envases plásticos dentro de los vehículos.
Ese combustible no puede dejarse a la intemperie bajo el sol, ni dentro de las casas.

De todas maneras, creemos que es difícil aplicar un control de la venta en envases menores, ya que en este país son miles los ciudadanos que utilizan plantas eléctricas de emergencia que funcionan con gasolina o gasoil.

Conocer de antemano el destino de combustibles comprados en esos envases no es algo fácil. De ahí que, en medio de un proceso de racionamiento o ventas controladas por días y horarios, muchos se sientan tentados a eludir esas restricciones fomentando un mercado paralelo, en calles o carreteras.

El Gobierno tiene que examinar con profundidad todos los inconvenientes de su plan de ahorro de combustibles, para resolverlos de la manera más rápida y conveniente posible.

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Monday, September 19, 2005

Gravísimo desabastecimiento

SANTO DOMINGO, RD. - Si hay una parálisis o una reducción en las extracciones, el desabastecimiento de esos materiales agrava la situación a lo largo de toda la cadena que interviene en su comercialización y uso.


Si in los agregados que se extraen de los ríos y de sus márgenes, la industria de la construcción no puede funcionar adecuadamente con obras o edificaciones resistentes y duraderas.

Como este es un recurso natural valioso, no puede abusarse de él. A lo sumo, lo que corresponde a las autoridades es planificar y regular estrictamente su explotación.

No parece que eso sea lo que está ocurriendo en este sentido, pues ni siquiera se conoce que exista algún plan nacional de manejo de los agregados que permita determinar los volúmenes posibles que pueden extraerse sin provocar una catástrofe ambiental.

Ahora mismo se encuentra paralizada la extracción de los agregados en el río Nizao, actividad que diariamente produce entre 8 y 10 mil metros cúbicos que vienen a representar cerca del 90 por ciento de los hormigones necesarios para mantener en operación la industria de la construcción en la Capital y el Este del país.

Eso significa que, virtualmente, hay desabastecimiento de esos materiales para la fabricación de vigas, dinteles, columnas y otras estructuras en casas, edificios y construcciones en sentido general.

Los productores operan sin un amparo jurídico y sin planes que garanticen que la extracción se hará en forma ordenada, regulada por cuotas, si se quiere, y con expresas prohibiciones para evitar abusos y excesos en su explotación.

Ellos pagan a la Secretaría de Medio Ambiente un valor de 4 pesos por cada metro cúbico extraído y despachado, lo que evidencia que por esta vía es grande la millonada que le entra a ese departamento sólo por ese concepto.

Los transportistas, a su vez, cobran 7 pesos por cada metro cúbico y kilómetro transportado, y de ahí en adelante fluctúan los precios a que venden las ferreterías, las fábricas de blocks o las empresas suplidoras.

Si hay una parálisis o una reducción en las extracciones, el desabastecimiento de esos materiales agrava la situación a lo largo de toda la cadena que interviene en su comercialización y uso.

Siendo la industria de la construcción, en cualquier tiempo, motor de la economía, hay que imaginarse lo grave que resulta el actual desabastecimiento de los agregados en el mercado local.

Este es un asunto que reclama la urgente atención de la Secretaría de Medio Ambiente, de Obras Públicas, del CODIA y de las demás entidades que tienen responsabilidad en este dinámico y productivo sector de la economía.

La coyuntura es propicia para que Medio Ambiente, que al parecer no ha tenido ni le interesa tener contacto con las empresas extractoras de agregados, convoque a los expertos para diseñar un plan de manejo de tales extracciones. Es lo menos que puede pedírsele a un organismo llamado a velar y proteger nuestros recursos naturales.

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Sunday, September 18, 2005

Estamos bien, pero no estamos bien

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-A juzgar por la forma en que otros nos ven y cómo nosotros decimos que vivimos, es obvio que en este país “estamos bien...pero no estamos bien”.El turismo, se dice, marcha bien, pero no está bien que se hayan cerrado ya once grandes hoteles en Juan Dolio y en Bávaro-Punta Cana, afectada su rentabilidad por los altos costos energéticos.Los cobros de las facturas de la luz han sido los mayores, pero la energía no fluye a los hogares y vivimos bajo el imperio de los apagones.Estamos bien, decimos, en el control de la inflación, pero los precios locales de muchos comestibles y servicios siguen por las nubes.Nos encanta hablar de la estabilidad de la tasa del dólar, pero los precios de muchos productos y bienes reflejan el valor de una tasa mayor, y nadie se atreve a explicar esta incompatibilidad.Las firmas calificadoras de riesgos, pero más que nada el Club de París, con quien tenemos altas deudas, nos describen como una economía revitalizada, pero nosotros acudimos ante los acreedores con el discurso de que “no estamos bien” preparados para pagar capitales ni para cubrir compromisos ya vencidos o por vencerse a la vuelta de poco tiempo.La televisión está atiborrada de anuncios publicitarios gubernamentales que exaltan el rápido cambio de una situación de crisis hacia el “E pa’lante que vamos” en todos los sentidos, pero desde fuera nos llaman Estado fallido...O casi a punto de serlo.Estos contrastes y se nos quedan muchos ejemplos ilustran las dos realidades con que estamos lidiando cada día.Una la asume el Gobierno desde una perspectiva propagandística, y otra la sufre el pueblo, la clase media y los más pobres, con alzas continuas, con escasa circulación de la moneda, con las consecuencias de las parálisis de empresas de zonas francas, con los despidos de millares de trabajadores de la hotelería y con una exhausta industria de la construcción que no da señales de recuperación.Se habla de inversiones millonarias todos los días, como si bastara un ejercicio de recordación de las apropiaciones acordadas en el presupuesto para sentirnos que “estamos bien”, pero lo real es que las instituciones oficiales se están manejando con pocos recursos y, por eso, “no estamos bien” en ese sentido.También a menudo se anuncian reforzamientos de la vigilancia en la frontera y en las costas, y en esa misma medida aumentan los ingresos de ilegales o en el caso de las yolas las fugas de los desesperados, y los contrabandos no paran.Mientras discutimos si el vaso de agua está medio lleno o medio vacío, el Presidente Fernández ha hecho lo correcto y lo propio al admitir que vivimos bajo la amenaza de una convulsión social, ante un horizonte poco menos que catastrófico por culpa de las alzas sostenidas del petróleo.Y sus funcionarios siguen empeñados en dibujarnos un panorama distinto. Definitivamente “estamos bien, pero no estamos bien”.

Saturday, September 17, 2005

Un alivio, aunque sea pasajero

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-Es un alivio que los precios de los combustibles hayan bajado sustancialmente, pero no deberíamos, por ello, deducir que la causa que los ha mantenido altos ha desaparecido.Por el contrario, el país no oculta que los incrementos petroleros ahondan sus dificultades para cerrar la brecha entre ingresos y egresos de su balanza de pagos.Y como se columbra un proceso alcista de mucho más tiempo, hay ahora en el Gobierno más temores de que una situación así desencadene convulsiones sociales no sólo aquí sino en numerosas partes del mundo.El plan de ahorro de energía y combustibles que se aplica parcialmente es un esfuerzo por someternos a una disciplina en esa materia.Estamos obligados a ese sacrificio, para no exponer al país a una situación de incapacidad financiera para asegurar los suministros petroleros indispensables, a pesar de las ventajas que nos ofrece Petrocaribe para adquirirlos.En un contexto como este, creemos que el Gobierno sí puede, sacrificándose a sí mismo, aminorar las cargas y diferenciales que se aplican a los precios finales de los combustibles.Ya Perú, como dijimos esta semana, hizo lo propio, reduciendo los impuestos internos en una cuantía equivalente a 9 millones de dólares mensuales.Esta fórmula puede dar resultados en nuestro país, si el Gobierno y las demás instituciones estatales se someten a un riguroso plan de reducción en sus consumos de combustibles y energía.Y si, parejo con esto, se reduce una serie de gastos superfluos en que incurren los miembros de la burocracia con ostensible insensibilidad frente a las estrecheces ya conocidas.Esta semana se pone a prueba la capacidad del Gobierno para dar el ejemplo de que asume la disciplina de la austeridad en este sentido.Esperamos no ver vehículos oficiales paseando por nuestras calles o camino hacia los balnearios, ni tampoco al público común y corriente haciendo fiesta con estas bajas pasajeras en los precios de la gasolina.La reducción, que entró en vigor esta madrugada, cambia radicalmente el panorama de alzas continuas que hemos tenido -y sufrido- en las últimas semanas, lo que parece obedecer más que nada a un esfuerzo del Gobierno por evitar que tantos incrementos provoquen un estallido social.Pero este ejercicio hacia la baja demuestra que, independientemente de los factores de cálculo que se emplean cada semana para determinar la variación de los precios, el Gobierno puede maniquearlos.Y que puede, en consecuencia, asumir el sacrificio de estas alzas en aras de ayudar a la población a tener respiros frente al azote inflacionario que estos incrementos producen, aunque la alegría dure poco en la casa del pobre.

Friday, September 16, 2005

Una reforma sin consultar a los de abajo

C on poco circulante en la calle o en poder del pueblo, los padecimientos se tornan mayores. Bajo un ambiente así, venir con nuevas leyes impositivas es como rociar al mismo tiempo gasolina y fuego sobre la pradera.


Nadie ha consultado a los de abajo ni a los de la clase media para saber qué opinan sobre la reforma fiscal que ahora impulsa el Gobierno en el Congreso.

Los de esa gran masa popular debieron ser los primeros consultados, porque sobre ellos es que recaerá el mayor peso de sus imposiciones, si es que acaso las cámaras legislativas se prestan para dar ese golpe de mandarria a los bolsillos de la mayoría.

Los que diseñaron el menjurje de enmiendas a las leyes impositivas existentes para extraer más dinero de los contribuyentes y consumidores son, por lo visto, grupos de poder en franca contradicción.

Lo estamos comprobando ahora. Por eso es que vemos cómo los de uno y otro sector objetan aspectos fundamentales del proyecto, para que el mayor sacrificio no recaiga sobre sus abundantes rentas y beneficios, sino sobre el esmirriado poder adquisitivo de los de la clase media y los de más abajo.

Esas contradicciones subrayan que, en realidad, las reformas son una especie de campo de Marte, donde los intereses encontrados de los poderosos chocan abiertamente, buscando cada cual que el contrario o el competidor sea el que salga abatido en la contienda.

Por eso hemos sido firmes en nuestra postura de que no pueden imponerse más gravámenes a los productos de mayor consumo y necesidad, ni más impuestos a otras actividades productivas que apenas permiten a los de clase media y los de abajo sobrevivir en medio de la crisis.

Para colmo, este no es el mejor momento de aplicar con fórceps una reforma impositiva, y solamente eso, impositiva.

Todavía no sabemos cómo el país podrá lidiar con la traumática escalada de los precios petroleros y todo el desajuste y agravamiento que produce en la vida nacional.
De hecho, con sólo haber subido el precio del barril a más de 60 dólares y experimentar, en estas últimas dos semanas, un reflejo de la inestabilidad en la prima del dólar, tenemos a la vista un horizonte demasiado nebuloso.

Estas alzas acentúan la situación de alto nivel de precios que desde hace meses mantienen productos agropecuarios e industrializados, castigando los presupuestos familiares.
Con poco circulante en la calle o en poder del pueblo, los padecimientos se tornan mayores.

Bajo un ambiente así, venir con nuevas leyes impositivas es como rociar al mismo tiempo gasolina y fuego sobre la pradera.

El momento demanda prudencia y cuidado en cuanto al volumen de sacrificios que puede exigírsele o imponérsele al pueblo.

Máxime cuando todo el mundo sabe que esa reforma fue diseñada por grupos específicos que se cuidan muy bien de no afectar sus intereses, sin darse cuenta de que, con ello, abonan las condiciones para indignar y atropellar aún más a los que menos tienen y pueden.

Thursday, September 15, 2005

Candelier: ¿Una opción?

Si el general Candelier se ha lanzado a la búsqueda de un posicionamiento político es porque la sociedad misma, con su desencanto y sus frustraciones, le pavimenta el camino.


El general Candelier se ha lanzado al ruedo político, animado por quienes le dicen que él es “el hombre que hace falta para enderezar este país”.

Al utilizar este argumento, el general Candelier trata de explotar evidentemente el sentimiento de inseguridad y desprotección que subyace en la mayoría del pueblo y que la induce a anhelar la presencia, en el poder, de una mano dura y resuelta que enfrente los males que nos agobian.

Lo cierto es que, ahora y aquí, independientemente del problema de la inseguridad ciudadana, hay un cúmulo de dificultades cuya solución no puede confiarse al mesianismo ni a los superhéroes ni a ninguna individualidad superdotada.

La sociedad se mueve hoy en distintos marcos. Los legales, por ejemplo, han sido diseñados para garantizar el respeto a los derechos humanos o ciudadanos. Los económicos y financieros, para conectar las políticas de desarrollo a las realidades del mundo globalizado y de unas relaciones comerciales cada vez más parametradas por tratados de libre comercio.

Los marcos políticos o electorales se han concebido para preservar un sistema que descansa en tres poderes, independientes entre sí, bajo la premisa deseable de que cada cual pueda controlarse mutuamente en el manejo del Estado.

Por tanto, no caben las figuras plenipotenciarias, unívocas, como en los viejos tiempos en que no habíamos tenido un largo período de vida o ejercicio democrático, pese a las imperfecciones y, aún más, las intrínsecas debilidades de este sistema.

No obstante, como todo ciudadano, el general Candelier tiene legítimo derecho a presentarse como una opción nueva en la lucha por la presidencia, pero no debería perder de vista que el motor de esa campaña no puede sólo impulsarse en su conocida fama de hombre fuerte.

Apelar a este estereotipo, si bien podría granjearle muchos adeptos, no creemos que sea el “leiv motiv” esencial del paso que está dando ahora, por las razones ya señaladas. Es verdad que América Latina presencia en estos momentos la decantación de sus sistemas de partido, por la enorme corrupción en que han incurrido sus dirigentes cuando llegan al poder.

Esa decadencia ha traído gran frustración y ha abierto nichos de oportunidades a otras figuras, no las clásicas formadas al calor de sus partidos y sus luchas, algunas de las cuales, luego de ser elevadas al poder, han fracasado estrepitosamente.

Si el general Candelier se ha lanzado a la búsqueda de un posicionamiento político es porque la sociedad misma, con su desencanto y sus frustraciones, le pavimenta el camino. Tanto a él como a otros que asuman un discurso reivindicativo, que proyecten una firmeza y determinación, sin blandenguerías en el enfrentamiento de los problemas, y que se muestren dispuestos a cumplir las responsabilidades que otros, maleados por la corrupción o por la incompetencia, no han sabido asumir desde el poder.

Wednesday, September 14, 2005

El “intocable” número uno

El asesinato del periodista Juan Andújar no puede quedar impune. La autoridad y la Justicia no pueden seguir cruzadas de brazos, dejando que el tiempo transcurra sin alcanzar a los verdaderos autores .


Los autores del asesinato de nuestro corresponsal en Azua, Juan Andújar, crimen cometido hace hoy un año, siguen sin ser apresados, lo que parece confirmar las versiones de que, de una u otra manera, son protegidos por la autoridad.

Los vínculos de los principales sospechosos con la Policía han sido denunciados más de una vez.

La Policía nunca ha podido echar mano al famoso Vla Pujols, un delincuente que, a juzgar por la suerte que tiene para moverse impunemente en libertad, es el “intocable” número uno de este país.¿Qué razones tan fuertes existen para que una Policía que tiene destreza cazando delincuentes no haya podido encontrarse con él?

Este crimen fue perpetrado a sangre fría por los pistoleros cuando Juan salía de una estación radial. Se cometió a la luz del día y con testigos, y los autores no solamente pudieron escapar ilesos sino que luego hirieron en un brazo, el cual le fue en parte mutilado, a Jorge Luis Sención, otro periodista, y salieron a buscar para matarlo al reportero Juan Sánchez, quien se encuentra exiliado en Europa por esa causa.

Volvemos a hacernos la pregunta, a propósito del autor principal, el tal Vla Pujols: ¿Qué razones tan fuertes existen para que una Policía que tiene destreza cazando delincuentes no haya podido encontrarse con él? Las autoridades no han mostrado entusiasmo ni voluntad para esclarecer este crimen.

Esto hay que decirlo con toda franqueza para que el país aprecie hasta qué punto ha llegado el contubernio entre criminales y gentes revestidas de autoridad en la ciudad de Azua.

El nuevo jefe de la Policía ha prometido formalmente que la búsqueda y apresamiento de Vla Pujols es una de sus prioridades. Nosotros diríamos que, en aras de lograrlo, debería establecer quiénes, dentro de la Policía y al momento de ocurrir ese y otros crímenes y atentados en Azua, movían sus influencias para proteger a los delincuentes en sus desmanes.

Justamente en esta semana se ha celebrado en el país un evento patrocinado por la UNESCO para encontrar fórmulas que ayuden a evitar que los crímenes de periodistas queden impunes en el mundo.Y aquí tenemos un ejemplo fresco y palpable, el asesinato de Juan Andújar, meritorio, honesto y decente profesional y, sobre todo, gran defensor de las mejores causas del pueblo azuano.

Este crimen no puede quedar impune. La autoridad y la Justicia no pueden seguir cruzadas de brazos, dejando que el tiempo transcurra sin alcanzar a los verdaderos autores.

Un año ha pasado y nunca olvidaremos a Juan Andújar. En manos de Dios y de su justicia divina dejamos su caso.

Tuesday, September 13, 2005

Es mejor el plan y no el caos

Es preferible, entonces, que nosotros aquí apostemos al éxito y la pertinencia de este plan de ahorro, para no tener que despertar un día bajo una poblada que se lleve de encuentro la paz social y la estabilidad macroeconómica que, hasta ahora, por suerte, disfrutamos.


Es tan dramática la crisis en la oferta y refinación del petróleo en el ámbito mundial, que el propio cartel que monopoliza el mercado ya está pidiendo al mundo que racionalice su consumo.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo acaba de hacer este pedido formal, a propósito de las dificultades que existen para procesar aceleradamente todo el crudo que demandan los países consumidores.

Este hecho es relevante y confirma las justificadas aprehensiones de que el mundo se acerca a una etapa de precios sostenidamente altos del petróleo y sus derivados, con sus consiguientes efectos traumáticos para las economías y naciones que dependen de el.

Los dominicanos deben hacer conciencia profunda de esta realidad y asumir el nuevo plan de ahorro de combustibles que ha dispuesto el Gobierno como el principio de un proceso de respuestas a esa crisis.El plan no es del todo perfecto ni nadie puede asegurar que se cumplirá al ciento por ciento.

Pero es un punto de partida para ir creando las condiciones del ahorro. Lo importante es que se entienda, desde ya, que no es un plan coyuntural, episódico, producto de una emergencia energética pasajera.

Tenemos que ir adaptándonos a el y ajustarlo gradualmente a nuestras necesidades y precariedades.

No puede verse este plan como una moda para salir del paso a una situación insostenible provocada por la escalada petrolera.Debe ser asumido por todos nosotros con la convicción de que, si no lo hacemos, afrontaremos mayores sacrificios a la hora en que tengamos que buscar los recursos —que no tenemos— para mantener un derroche y un consumo excesivo de estos carburantes.

El plan no se queda, por tanto, en unas cuantas medidas —que ahora parecen imperfectas o incoordinadas—sino que apunta a su sostenibilidad en el tiempo a través de nuevas entidades que se crearán para asegurar su cumplimiento.

En realidad, este plan debió aplicarse desde hace timpo, cuando resultaba bastante evidente que la cadencia de las subidas petroleras era imparable. Ya algunos países comienzan a sentir, en el orden social, los efectos de estas alzas.

Honduras ha vivido jornadas de violencia y tensión que han obligado al Gobierno a revisar su plan de emergencia energética y a reducir sustancialmente los precios de las gasolinas, que habían subido a niveles insorportables, como pasa aquí en estos momentos.

Perú, por su parte, redujo los impuestos locales a los combustibles, asumiendo el sacrificio de cerca de 9 millones de dólares mensuales que representa el dejar de percibir estos ingresos.

Otros países se esfuerzan por evitar un choque fatal y caer en una situación de violencia, de resistencia popular y de ingobernabilidad, apelando a diversas medidas atenuantes.

Es preferible, entonces, que nosotros aquí apostemos al éxito y la pertinencia de este plan de ahorro, para no tener que despertar un día bajo una poblada que se lleve de encuentro la paz social y la estabilidad macroeconómica que, hasta ahora, por suerte, disfrutamos.

Monday, September 12, 2005

El plan es adecuado y lo apoyamos

Si la ciudadanía percibe que las cuotas de sacrificio y de economía son sólo para el pueblo, y que el Gobierno viola su propia regla de austeridad y derrocha estos elementos costosísimos, automáticamente se vendrá abajo todo este plan que fue anunciado anoche.


En líneas generales, el plan de ahorro de combustibles y de energía trazado anoche por el Gobierno es apropiado y puede cumplir sus objetivos, si se aplica al pie de la letra.

Apoyamos con entusiasmo esta iniciativa y le pedimos a los ciudadanos que se acojan a estas restricciones. Este es un sacrificio indispensable e irrenunciable, por el bien del país.

La restricción para la circulación de vehículos del transporte público y el plan de retirar chatarras y obstáculos que complican el tránsito ayudará a descongestionar las calles y avenidas, y a reducir el consumo derrochador e innecesario de combustibles.

Las limitaciones de horario y de días a la venta y suministro de combustibles es otra alternativa para desalentar este nivel de consumo, que no se corresponde con la capacidad financiera del país para importar petróleo caro.

Las restricciones a la venta de combustibles implican que sólo se expenderán de 6 de la mañana a 8 de la noche, de lunes a viernes, y los sábados de 6 de la mañana hasta el mediodía. Los domingos y días feriados no se venderán.

No tenemos claro cómo operará la logística de la circulación interdiaria de los vehículos públicos, ya que hasta donde se conoce, el trabajo de clasificar a los vehículos según los terminales de sus placas no ha terminado.

Por tanto, podría armarse un caos si no se tiene claro desde hoy cuáles tipos de vehículos públicos tendrán que circular un día sí y otro no.Es decir, cuál es el mecanismo para establecerlo: si es por el terminal de las placas o por algún código clasificatorio que haya hecho Amet.

En la resolución de Industria y Comercio sobre la restricción a la venta de combustibles se señalan las penalizaciones, no tanto así en el caso de otras medidas, como la de los vehículos y los días de circulación y las violaciones que se hagan a las paradas específicas para recoger pasajeros y a los carriles especializados.

Esas cargas, según nos parece, se irán ajustando en el camino.El presidente Fernández fue muy franco y claro al hablar de la crisis petrolera. Y merece que el país respalde este esfuerzo que promueve su gobierno para ahorrar energía y combustibles.

En el caso de la energía, la eficacia del plan dependerá del nivel de conciencia que tenga cada usuario, y de la prueba tangible de sacrificio que ofrezca el propio Gobierno.

Si la ciudadanía percibe que las cuotas de sacrificio y de economía son sólo para el pueblo, y que el Gobierno viola su propia regla de austeridad y derrocha estos elementos costosísimos, automáticamente se vendrá abajo todo este plan que fue anunciado anoche.

El Presidente tiene que comprometerse a velar por el cumplimiento sostenido y coherente de estas medidas. Y en esa tesitura, puede contar con nuestro más absoluto y entusiasta apoyo.

Saturday, September 10, 2005

Quédese aquí Presidente

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-Insoportables, sencillamente insoportables, son los aumentos que acaba de disponer el Gobierno para los distintos tipos de combustibles que consumimos.Estos aumentos son peores que un paquetazo fiscal.Estamos observando incongruencias entre los niveles de aumentos de precios de las últimas semanas y los referentes del precio internacional del petróleo, así como la relación de éstos con la tasa de cambio del dólar en el país.Ha parecido, a veces, que la regla se acomoda a determinadas conveniencias políticas del momento, pues ha habido bajas extraordinarias cuando la situación demandaba lo contrario, y viceversa.Pero ahora hemos llegado a unos niveles difíciles de soportar, sobre todo por las repercusiones que tienen en los precios en general de productos y servicios.Desde hoy entran en vigor aumentos de RD$13.80 y RD$12.20 para las gasolinas premium y regular, respectivamente. Y de RD$5.20 y RD$5.10 para el gasoil premium y regular. Otro renglón sensitivo, el del gas licuado de petróleo, se resiente más con el aumento de RD$3.44.Esta escalada, sin parangón, expone al país a una situación social delicada.El Presidente piensa marcharse hoy para asistir en Estados Unidos a algunos actos que, de veras, pueden desarrollarse sin que necesaria o inevitablemente él tenga que estar en ellos.Dejará grabado un discurso proponiendo un plan nacional de ahorro de combustibles, cuya aceptación o rechazo estará por verse tan pronto sea conocido por la ciudadanía.Este es un momento en que, por la naturaleza y el impacto de las medidas previstas, que afectan a toda la población, un Presidente no puede darse el lujo de estar ausente de su país sin lidiar con todas las eventualidades que medidas de este tipo generan en sociedades acogotadas por múltiples dificultades. Está en curso, para acentuar más esas tensiones, un proyecto de reforma fiscal que eleva los impuestos selectivos y amplía la base y el porcentaje del Itebis, ampliamente rechazado por distintos sectores.Es muy cuesta arriba convencer a un país de la necesidad de estos nuevos impuestos, cuando ya estamos sobrecargados por las alzas de los combustibles, por la crisis en el suministro de una energía que se paga pero que no se ofrece y por una delincuencia que no cesa.Es aconsejable que el Presidente agarre bien el timón del país. Que la población lo perciba más atento a estas duras cotidianidades, más cerca de los reclamos populares y más resuelto a darles la cara y a solucionarlos. El país anhela ver a su Presidente diciéndole la verdad de todo y convenciéndonos de que vayamos a su lado para acompañarlo a dar la batalla a estos críticos desafíos.

Friday, September 09, 2005

Más transparencia en el Gobierno

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-En aras de la transparencia en las licitaciones o concursos de las entidades del Estado, la Presidencia de la República tiene que esclarecer el “affaire” interno que se ha creado en torno a la adquisición de softwares para el llamado “gobierno electrónico”.Se habla de que hay discrepancias entre el monto contratado para la operación y el valor real de un contrato de este tipo, por virtud del cual se instalaría y se pondría en operación la plataforma tecnológica para dicho gobierno electrónico.Considerando que se trata de una transacción millonaria, es preciso que se ofrezca una información completa sobre la forma en que se ha hecho la licitación y sobre las distintas ofertas, con sus respectivos costos, que se presentaron para instalar dicha plataforma.Esto es más oportuno por cuanto han salido a relucir versiones extraoficiales que sugieren que algo huele mal, al punto que determinó la salida del Gobierno de Gustavo Montalvo, uno de los más apreciados colaboradores del Presidente de la República.Montalvo, miembro de la Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción, renunció en desacuerdo con esa licitación. Y su renuncia ha sido tan sentida que los voceros oficiales del Gobierno hicieron saber que el Presidente la lamentaba sobremanera.Sus compañeros de la Comisión de Ética, por un lado, y la secretaría general del PLD, por el otro, han hecho reconocimiento público de las condiciones morales del renunciante, lo que acentúa la significación y repercusiones de su salida.Lo extraño es que, frente a tantas pruebas de preocupación por esa renuncia y por las causas profundas que la motivan, el Gobierno haya mantenido silencio sobre los comentarios que sugieren que hubo sobrevaluación, o que no se cumplieron determinadas normas de transparencia en la contratación.De igual modo, el Gobierno debe aclarar también los prolegómenos de la entrega de una suma de dólares a su embajador en Haití, por parte de las autoridades de ese país, lo que contraviene las normas diplomáticas internacionales.La Cancillería estudia el caso y promete dar una información sobre lo que en apariencias es un bochornoso e inapropiado trato entre un embajador y el gobierno ante el cual está acreditado.Estos dos casos, a los que les asoman ya ribetes escandalosos, afectan la preconizada lucha del gobierno contra la corrupción. Mientras se tiendan mantos de silencio sobre ellos, más cuestionada estaría la imagen del Gobierno en esta materia.Y más razón tendrían aquellos ciudadanos que, desde el principio, han percibido que no hay una voluntad ni una firmeza real de combatir la corrupción, y que este flagelo podría hacer olas en esta misma administración si el Presidente se descuida.

Tuesday, September 06, 2005

La vía San Cristóbal-Baní, una trampa mortal

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-La carretera San Cristóbal-Baní sigue siendo una trampa mortal para los que transitan por ella, y ahora lo es más porque están inconclusos los trabajos de su ampliación.Largas hileras de vehículos se mueven en una y otra dirección, casi rozándose unos con otros.El borde norte de la carretera está bloqueado por unos obstáculos que la dividen del corredor paralelo que ha sido trazado para su ampliación.Esto hace que diariamente se produzcan accidentes y taponamientos y que circular por ella constituya poco menos que un acto suicida, lleno de riesgos.Nadie explica las razones por las cuales esos trabajos están paralizados, ni nadie da cuenta de si la obra se realizará o no.De todas maneras, hay gran frustración en Baní por la inútil inversión que se ha hecho en los movimientos de tierra para trazar la nueva vía paralela, y por las dudas de si esta vía será definitivamente desestimada o aparecerán los recursos para ampliarla.Mientras se llega a una definición, miles de automovilistas y transportistas arriesgan sus vidas cada día desplazándose por una vía demasiado estrecha. Esto da lugar a muchas imprudencias y accidentes fatales.¿Puede el Gobierno seguir ignorando esta situación y quedarse, como parece que está, con los brazos cruzados frente a este ostensible peligro público? ¿O habrá que esperar que se acerquen elecciones para que los políticos y los funcionarios destempladamente salgan a prometer su conclusión?Boulevard Masú Perelló Algún día, si es que acaso terminan la ampliación de la carretera San Cristóbal-Baní, esta vía se convertiría desde Paya hasta la entrada a la ciudad cuna de Máximo Gómez en un boulevard. No hay otro nombre que el de Rafael--Masú---Perelló, pionero de la industrialización y exportación del café, para bautizarlo y honrar así la memoria de un gran banilejo y un consagrado empresario nacional. Baní así lo quiere.Nizao, otro tramo desastrozo Otro tramo desastrozo, y peligroso por demás, es el que va del Cruce de Santana hasta Nizao, partiendo desde la misma carretera Sánchez. El deterioro es tan dramático que imposibilita el tránsito seguro de pasajeros y mercancías. No se explica cómo la vía principal de acceso a una comunidad desde la cual proviene un apropiado flujo de productos agrícolas hacia la Capital, Baní y San Cristóbal, se encuentre en estas deplorables condiciones. Ese es otro reflejo de la ineficiencia del Gobierno para dar respuestas a estas urgencias, cumpliendo una responsabilidad que es suya y no de ninguna otra instancia.

Monday, September 05, 2005

Gran solidaridad con los Estados Unidos

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-La solidaridad del mundo ha sido casi unánime frente a la tragedia que nuevamente aflige a los Estados Unidos tras el paso del huracán Katrina.La República Dominicana, un país de muchas carencias, se ha hecho presente enseguida con una oferta de enviar militares capacitados en auxilio de personas en situaciones de emergencia.También ha ofrecido lo poco de que pueda disponer para asistir con elementos útiles a los daminificados por la inundación de Nueva Orleans.El mundo ha compartido la angustia y la desolación de los norteamericanos y extranjeros residentes en la inundada Nueva Orleans, y ha ofrecido su mano amiga para acelerar las tareas enormes que suponen la protección de vidas y la prevención de enfermedades.Es admirable, al mismo tiempo, la prueba de solidaridad que han dado los propios norteamericanos, al reunir sustanciales cantidades de dinero, utensilios y voluntarios para socorrer a las víctimas y tratar de recuperar el orden y la normalidad en la devastada ciudad, algo que podría tomar varias semanas.Esta extraordinaria muestra de reciprocidad confirma que los pueblos, pese a sus peculiaridades y sus agendas de vida y de desarrollo, no son indiferentes entre sí cuando peligran vidas humanas o se pierden y se degradan los recursos naturales. Las diferencias políticas tampoco constituyen fronteras para la solidaridad humana cuando ésta, con toda la fuerza de la bondad y del amor, se abre paso frente a las tragedias o las adversidades.
Baní, una sola familia Los banilejos, según Hostos, constituyen una sola familia.Y se esmeran en demostrarlo. Hoy es un día en que pondrán nuevamente de manifiesto su unidad como pueblo y la fortaleza de sus fibras familiares.Un gran convite convocado por la Alianza Banileja reunirá a los residentes y a los banilejos que no viven en su pueblo para un reencuentro festivo y amistoso.Servirá para reconocer a una de sus empresas más antiguas, Industrias Banilejas, y a otros ciudadanos.Este encuentro tendrá un parecido a los famosos convites banilejos que se celebran cada año en la Capital, y que ayudan a mantener vivos y fuertes los lazos de amistad y fraternidad que todos, como familia, han creado a través de su historia.Es muy aleccionador que en tiempos en que la familia dominicana parece estremecida y resquebrajada por los vaivenes de la crisis moral un pueblo valorice y renueve el signo de la unidad, como tantas veces lo hacen los banilejos, en las penas y en las alegrías, aquí, allá o acullá.

Saturday, September 03, 2005

El plan de ahorro de combustibles

SANTO DOMINGO,REPUBLICA DOMINICANA.-A la espera de más precisiones sobre las medidas de ahorro de combustibles, es obvio que las que ya ha anticipado el Gobierno para regular la circulación de los vehículos encajan perfectamente en lo que exigen las circunstancias.Esa era, justamente, una de las medidas que reiteradamente habíamos expuesto en nuestros editoriales. Lo que se sabe, hasta el momento, es que se autorizará la circulacion de los vehículos, con ciertas excepciones, los días miércoles y jueves, dependiendo de los números pares e impares en la terminación de sus placas.Hubiese sido mejor que la medida fuese extensiva a todos los días de la semana, para que el mecanismo sea asimilado mejor por la población y pueda adaptarse a él como parte de un severo plan de emergencia para el cual no debe de haber excusas.Un programa auténtico de racionalización en el consumo de los combustibles, sobre todo en una época incierta, derivada de las alzas progresivas del petróleo, debe asumirse con todos sus fuertes y desagradables efectos y repercusiones.Dos días a la semana no son suficientes para consolidar este plan de emergencia en ese aspecto, porque el problema es el derroche incontenible de combustibles en el cual incurrimos, acomodados en la idea de que otros países nos ayudarán a resolverlo con suministros seguros.Hay que hacer conciencia de que esta crisis se acentuará y que es mejor enfrentarnos desde ahora a los sacrificios como si estuviésemos apurando un purgante, y no hacerlo con mediatizaciones. Podrá argumentarse que se trata de un plan piloto para probar la eficiencia de un sistema de circulación restringida por días. Pero podríamos fracasar en el logro del objetivo, que es el ahorro y la reducción de las elevadas importaciones petroleras, si en los días en que no hay restricción le damos rienda suelta a ese derroche que hemos criticado. La suerte y la eficacia del plan de racionalización dependerá del nivel de conciencia que se cree en la población, y si las autoridades comienzan a aplicarlo con medias tintas no llegaremos a nada.Naturalmente, estamos comenzando a hacer algo. No quiere esto decir que, con el modelo de dos días a la semana, se logrará lo que se está buscando.Si hay flaquezas, incoordinación, indulgencias a la hora de aplicar estrictamente las nuevas disposiciones, ahí mismo está condenado al fracaso. No solamente en el aspecto de la circulación de vehículos, sino en el resto de las medidas colaterales que se espera que anuncie el gobierno la próxima semana.Las medidas forzadas de ahorro son, por su naturaleza, incómodas, porque obligan a la población a cambiar hábitos y rutinas. Pero son imperativas en las actuales circunstancias, en que el país —como dijera el Presidente— se encuentra con el agua al cuello frente a las alzas petroleras.

Friday, September 02, 2005

El poder mediático

SANTO DOMINGO, R.D.- El periodismo puede seguir siendo auténtico y comprometido, más corajudo en la búsqueda y exposición de la verdad, en alzar su voz, cada vez que sea preciso, para denunciar las anormalidades de una nación, y en dar luces a las sociedades para que encuentren su mejor destino.


Sólo bastó que Radio La Luna, de Quito, Ecuador, abriera los micrófonos para que el pueblo expresase su disgusto con el gobierno del coronel Lucio Gutiérrez y que a partir de esa trasmisión cobrara fuerza, hora tras hora, el movimiento popular que lo derribó del poder hace pocos meses.

En Bolivia, algunos medios de comunicación olvidaron momentáneamente que el Presidente Carlos Mesa era uno de sus viejos exponentes y colegas y también contribuyeron a su forzada renuncia, al alentar protestas populares y de indígenas, de la misma forma en que lo hicieron con su antecesor, Gustavo Sánchez de Lozada.

En Brasil, un consagrado periodista que había perdido su puesto y que optó por crear un blog en el internet se convirtió en el principal difusor de las denuncias que hoy han puesto al gobierno de Ignacio Lula da Silva en la cuerda floja.

En otros países, la fuerte artillería de denuncias de corrupción gubernamental de la que hacen uso los medios de comunicación ha mellado las bases de sustentación de regímenes o ha obligado a urgentes correcciones y cambios de rutas.

Cada vez más, los medios de comunicación adquieren un poder que ahora le llaman mediático y en significativo grado juegan un rol activo en las contiendas de una nación. Este fenómeno ha puesto a reflexionar a los periodistas sobre los alcances de sus verdaderas responsabilidades.El asunto se discutió ampliamente en un foro sobre la calidad de los medios audiovisuales y las nuevas demandas sociales de América Latina, recién clausurado en la ciudad de Monterrey, México, con el patrocinio de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, que dirige Gabriel García Márquez, y la Corporación Andina de Fomento y Cementos Mexicanos (CEMEX).

La conclusión es que los medios de comunicación de masas se han convertido en verdaderos actores políticos e influyen, según sus preferencias e intereses, en los cursos políticos de un país, poniendo en juego su credibilidad, su papel independiente e imparcial y su propia responsabilidad social.

Tal vez esa no fue su intención original, sino el resultado de un creciente proceso de desencanto y frustración de las propias sociedades con sus líderes y partidos políticos, que han amasado y usufructuado incontables cantidades de dinero sin lograr resolver los problemas más acuciantes de sus pueblos y que han perdido confianza y credibilidad para representar los legítimos intereses de la ciudadanía.

Este papel tan relevante no puede cegar a los medios ni hacerlos creer que ellos deben seguir siendo jueces y parte de estos procesos. El periodismo puede seguir siendo auténtico y comprometido, más corajudo en la búsqueda y exposición de la verdad, en alzar su voz, cada vez que sea preciso, para denunciar las anormalidades de una nación, y en dar luces a las sociedades para que encuentren su mejor destino.

No se debe confundir la línea de opinión y de información con la de la acción política, porque eso equivaldría a hipotecar la confianza que tiene el pueblo en el ejercicio y la misión de estos medios. Esto no quita, sin embargo, que ese poder mediático esté siempre en alerta para impedir tantas desviaciones y tantas anomalías que degradan a la sociedad, y para contener los desmanes de los políticos corruptos o desvergonzados.