Sunday, October 30, 2005

La muerte lenta de Haina

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-Es preciso que el Gobierno y las empresas situadas en Haina asuman un compromiso serio con tantas vidas humanas, procediendo a tomar las medidas de rigor que pongan fin a este asesinato silencioso, lento y masivo que se deriva de la alta contaminación del ambiente allí

Por culpa de la negligencia y la indolencia de los gobiernos, Haina engendra los elementos de una catástrofe humana: miles de sus pobladores tienen la sangre contaminada de plomo y están condenados, por ello, a una vida enferma o a la fatalidad.
Emanaciones de plomo y azufre que provienen de diferentes industrias pero principalmente de la Refinería de Petróleo, han causado ya serios trastornos respiratorios, parálisis, daños oculares y renales así como laceraciones en la piel a miles de sus habitantes.
Estas sustancias también han causado daños a los recursos acuáticos y a las fuentes de abastecimiento de agua, haciendo irrespirable el ambiente y riesgoso el vivir en esos entornos.
Fuera de esta contaminación, late el peligro de una tragedia provocada por la concentración y el manejo de sustancias combustibles en las proximidades de plantas eléctricas y depósitos farmacéuticos o de elementos químicos.
Lo bochornoso de este proceso de envilecimiento de toda una población es que se trata de una noticia sabida, pues desde hace años se vienen realizando estudios profundos sobre la contaminación y sus resultados han sido sobrecogedores.
Sin embargo, los gobiernos no han hecho nada para detener este progresivo atentado contra la salud y las vidas humanas de la zona.
Las recomendaciones que se han hecho para garantizar un mínimo de pureza y calidad al ambiente han sido ignoradas, lo mismo que las solicitudes de sus habitantes para que las empresas establecidas en ese lugar se sometan a reglas estrictas de protección al medio ambiente.
Aún cuando algunas empresas utilizan filtros para regular las emanaciones de monóxido de carbono, estas siguen produciéndose en volúmenes francamente letales o gravosos para la salud humana.
Eso ha dado lugar, por ejemplo, a que al dispensario de una parroquia acudan a diario decenas de personas a tratarse los síntomas de fiebre, dolores de cabeza y problemas respiratorios y en la piel.
Los especialistas advierten que las altas concentraciones de plomo en la sangre de los ciudadanos de Haina pueden provocar anemia crónica, daños en la médula ósea y en todos los huesos y otros trastornos neurológicos que incapacitan o conducen a la muerte.
No podemos seguir menospreciando a este pueblo y su tragedia intrínseca.Es preciso que el Gobierno y las empresas situadas en Haina asuman un compromiso serio con tantas vidas humanas, procediendo a tomar las medidas de rigor que pongan fin a este asesinato silencioso, lento y masivo que se deriva de la alta contaminación del ambiente allí.
Si de veras los gobiernos son auténticos en su compromiso de ayudar a la población en medio de sus dificultades y peligros, aquí tienen un reto de envergadura para demostrarlo. ¿Lo asumirán algun día?

Saturday, October 29, 2005

¡Cuiden a ese hombre!

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-Si con el ex coronel y con otros implicados se han desplegado extraordinarias medidas de seguridad cada vez que son llevados al tribunal o a la cárcel, es sospechoso que en el momento de los plazos fatales de la extradición, este hombre aparezca desprovisto de la máxima protección

Para la justicia norteamericana, el ex coronel policial Lidio Arturo Nin Terrero es una pieza clave en el juicio que se abrirá dentro de pocos días a Quirino Ernesto Paulino por narcotráfico y lavado de dinero.
La jueza Kimba Wood, a cargo del proceso, ha dicho que este ex oficial detenido ahora en la cárcel de Najayo y solicitado en extradición por la justicia de Estados Unidos, es un testigo vital y fundamental.
Por tanto, de su comparecencia a juicio en Nueva York –cuyas audiencias se inician el día 4 de noviembre– podría depender el curso final del proceso.
Así que constituye una obligación ineludible de las autoridades dominicanas proteger la integridad y la vida misma de este imputado, para evitar que por la importancia clave de su testimonio sea susceptible de un atentado o de cualquier otra descabellada acción de quienes temen a lo que pueda revelar sobre las operaciones por las cuales se le acusa junto a otros personajes ya extraditados.
Toda esta preocupación surge por el hecho, descrito en una nota por el periódico El Nacional de !Ahora!, de que en su reciente traslado a la sede de la Suprema Corte de Justicia, el ex coronel Nin Terrero lucía desprotegido.
Es decir, sin casco protector y montado en la parte posterior y descubierta de un camión, algo que no ha sido usual en los traslados de presos de esta categoría, ni específicamente en el caso del ex coronel.
Considerando que la Suprema está a punto de anunciar su dictamen sobre la solicitud de extradición de Nin Terrero, todo el esmero que pongan las autoridades de su custodia para preservar la vida del testigo de cualquier locura o aventura que pudiera pasar por la mente de algún desesperado, es pertinente y crucial.
Al ser apresado en el interior de un camión que transportaba, según las autoridades, un millonario cargamento de drogas que se dirigía a una empresa de zona franca de Santiago, hay que suponer que el imputado podría manejar información de extrema importancia sobre la red desmantelada, sobre complicidades reales hasta ahora no conocidas y tal vez sobre otros asuntos vinculantes que todavía no se ventilan en la opinión pública.
¡Cuiden a ese hombre!
Y no sólo por su condición de testigo o pieza clave en el juicio, sino por su propia condición de humano cuya vida debe ser protegida y cuidada no importa la magnitud del delito que se le haya imputado y que habrá de probarse o descartarse en un juicio contradictorio.
Si con el ex coronel y con otros implicados se han desplegado extraordinarias medidas de seguridad cada vez que son llevados al tribunal o a la cárcel, es sospechoso que en el momento de los plazos fatales de la extradición, este hombre aparezca desprovisto de la máxima protección, en franca y abierta situación de vulnerabilidad, como dejado a su suerte.
Insistimos: ¡Cuiden a ese hombre!

Friday, October 28, 2005

Gran impulso del Presidente al Parque Cibernético

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-Congratulamos al Presidente por este decisivo impulso que ha logrado dar al Parque Cibernético, una de las obras llamadas a tener profundo impacto –por muchos años– en el desarrollo de la tecnología digital en nuestro país, acompasados a la evolución que en este sentido experimenta hoy toda la humanidad


Uno de los mayores aciertos del Presidente Fernández ha sido el Parque Cibernético de Santo Domingo, punta de lanza del inevitable paso que el país tiene que dar para asumir el mundo virtual como una de las palancas de su desarrollo futuro.
El doctor Fernández tuvo mucha imaginación, pero también la decisión de echar a andar este proyecto en su primera presidencia, y hoy estamos viendo sus frutos.
Una estimable cantidad de jóvenes dominicanos se ha insertado en el mundo de la informática y de las nuevas tecnologías cibernéticas gracias a la variedad de empresas que se han instalado allí, que son las precursoras de la generación de técnicos del porvenir.
Ahora asistimos al relanzamiento de esa brillante iniciativa del Presidente, con el anuncio de que nuevas instituciones y compañías extranjeras se proponen desarrollar desde ese Parque nuevos productos de alta tecnología y ofrecer servicios de telecomunicaciones, informática, robótica y microelectrónica.
Un fondo de inversión ha sido creado para atraer capitales que financien las investigaciones y la producción de nuevas líneas de softwares y hardwares, para lo cual ya se tiene garantizado 30 millones de dólares.
Lo que acontece dentro y lo que irradia el Parque Cibernético de Santo Domingo es todavía desconocido para muchos dominicanos, pero en pocas palabras podríamos decir que allí ha nacido el primer taller que nos proveerá las herramientas y los fundamentos de la “realidad virtual” que ha permitido al mundo interconectarse y envolverse en una revolución cultural y tecnológica de alcances todavía insospechados.
A través de ese mundo virtual, todos podemos vencer las barreras del tiempo, la velocidad y la distancia, e interactuar para que el conocimiento de lo existente y lo nuevo pueda ser asequible a todos los seres humanos.
Se facilita no sólo la comunicación, sino el comercio, la cooperación científica, las cirugías desde larga distancia, las teleconferencias, la predicción y monitoreo de fenómenos naturales, las transacciones financieras, el estudio de las ciencias, en definitiva, todo lo que mueve y hace avanzar el mundo de nuestro tiempo.
Esos avances han permitido que, justamente bajo la administración actual del Presidente Fernández, se hayan creado las plataformas de lo que será el “gobierno electrónico”, lo que simplificará la relación rutinaria y necesaria del ciudadano con los estamentos oficiales o públicos para cualquier servicio o cumplimiento de obligaciones legales.
Congratulamos al Presidente por este decisivo impulso que ha logrado dar al Parque Cibernético, una de las obras llamadas a tener profundo impacto –por muchos años– en el desarrollo de la tecnología digital en nuestro país, acompasados a la evolución que en este sentido experimenta hoy toda la humanidad.

Thursday, October 27, 2005

Nuestras escuelas, un cuadro deplorable

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-En las condiciones en que ahora se encuentra, la escuela desarraiga y desalienta, en lugar de atraer y capacitar a los estudiantes. Esta es una dolorosa realidad que el populismo, la demagogia y el llamado “modernismo” no pueden jamás ocultar.

Sabemos que la educación se enfrenta al reto de un cambio radical que transformará los modelos que hasta ahora conocemos para la pedagogía y el aprendizaje.
En la medida en que las tecnologías modernas y la informática facilitan la enseñanza de las materias prioritarias en la formación de los individuos, los viejos formatos tienden a desaparecer gradualmente.
Aquí estamos en el umbral de esa transición, y desde el Gobierno se percibe interés y premura por adentrarse en ella promoviendo la creación de aulas virtuales y facilidades para llegar hasta la tele-educación.
Nadie discute que estamos obligados a la readecuación, pero creemos que antes de hacer una apuesta presurosa para forzar el cambio debemos mejorar sustancialmente algunos aspectos que debilitan nuestro actual sistema educativo.
No es posible que hayamos iniciado el año escolar con numerosas instalaciones escolares en franco descalabro, con mobiliarios semidestruidos, con gravísimas precariedades de todo género y sin que hayan sido resueltas las quejas de numerosos profesores a los que no se les pagan sus salarios desde hace meses.
El panorama que ofrece hoy la escuela dominicana es penoso y vergonzoso.Aparte de las dificultades para cumplir los horarios establecidos en el calendario, en muchos casos por la irresponsabilidad de los maestros, las condiciones ambientales y docentes en esas escuelas sólo empujan al desaliento del estudiante y a su deserción.
No es extraño que abunden en los medios de comunicación las quejas sobre las críticas condiciones en que se imparten las clases, y no hay dudas de que mucha de la culpa de estas precariedades se debe a los pocos fondos destinados a Educación en el presupuesto de gastos de la nación.
En tales condiciones, ni siquiera es posible cumplir con un mandato fundamental de la educación, que es el de preparar al ciudadano en el conocimiento, asimilación y respeto de los valores éticos y morales de la sociedad, para que el producto que salga de las aulas sea útil al país.
Si la escuela deja de ser paradigma porque los locales son más ruinas que otra cosa o porque los maestros no agotan correctamente su rol, el país estará arriesgando su propio destino y su futuro.
En una época en que los problemas sociales y económicos nos angustian y que la corrupción conmueve y corroe las instituciones, la escuela es la última esperanza de salvación.
En las condiciones en que ahora se encuentra, la escuela desarraiga y desalienta, en lugar de atraer y capacitar a los estudiantes.
Esta es una dolorosa realidad que el populismo, la demagogia y el llamado “modernismo” no pueden jamás ocultar

“Bájate de esa nube/y ven aquí a la realidad”

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-La proclamada estabilidad no le garantiza al ciudadano de hoy encontrar ni medicinas ni alimentos a precios accesibles, ni despeja los negros nubarrones que tienen por horizontes muchos dominicanos de clase media que no alcanzan a manejar dinero suficiente para sus necesidades diarias

Dos discursos contradictorios emanan desde el Gobierno sobre la situación de la economía: uno la coloca, en materia de crecimiento, casi junto a China, y otro habla de una crisis que no ha pasado y de acentuada inequidad social.
Mientras se vende una bonanza macroeconómica, puramente logarítmica, una abrumadora mayoría está mal comida, se arracima en tugurios, asxifiada por la pobreza.
La falta de dinero hace sus efectos en el mismo Gobierno, causando parálisis en centenares de obras públicas necesarias, provocando retrasos en las asignaciones a hospitales y centros educativos y sumiendo a los consumidores en una inaguantable incapacidad para soportar las alzas de los productos de primera necesidad.
De que estamos mal, lo estamos. Y el Gobierno no lo ha ocultado.
Por el contrario, el secretario Técnico de la Presidencia nos lo recuerda a cada momento, cuando dice que todavía no hemos salido de la crisis.Y para que se vea hasta dónde es peligroso pintar pajaritos en el aire y acomodarse a una realidad que sólo existe en cifras, el presidente Leonel Fernández se ha ocupado de proclamar en la cumbre de Salamanca que la estabilidad no equivale a equidad social.
¡Claro que no!
La misma realidad dominicana lo pone de manifiesto, evidenciando la sumisión y el ajuste al que tenemos que recurrir en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para llegar al máximo de los sacrificios en aras de reducir el déficit cuasi-fiscal del Banco Central.
La proclamada estabilidad no le garantiza al ciudadano de hoy encontrar ni medicinas ni alimentos a precios accesibles, ni despeja los negros nubarrones que tienen por horizontes muchos dominicanos de clase media que no alcanzan a manejar dinero suficiente para sus necesidades diarias.
Con una variable que no podemos controlar, como es el precio del petróleo, no hay una economía dependiente en el mundo que no esté en vilo por esa causa, temerosa del derrumbe.
Esa estabilidad tampoco ha permitido que la población disfrute de servicios públicos apropiados, energía segura y suficiente, ni ha creado la paradisíaca imagen que todo el mundo anhelaría: la de ver a todos los sectores productivos en una dinámica de negocios florecientes y el índice de desempleo bajando hasta lo conveniente.
El cuadro real es un cuadro de crisis, de una crisis que no ha pasado pero que habremos de superar después de tantos sacrificios. Pretender convencernos de que ya alcanzamos el dominio de todas las variables en crisis luce un discurso para averages y méritos de tecnócratas, bastante chocante con la dureza y la crudeza de la vida de los de abajo.
Para los que nos venden tales ilusiones, no nos queda otra respuesta apropiada que la de recomendar aquella canción del cubano Ernesto Duarte, popularizada por Fernando Álvarez, Benny Moré, Aurelio Reynoso y Rolando la Serie que dice: “Bájate de esa nube... y vuelve aquí a la realidad”.

Friday, October 21, 2005

Un tope de hora para las discotecas

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- Estamos en la tónica de ahorrar y racionalizar. Este es el momento oportuno para que nos ajustemos al modelo que otras naciones, con más jóvenes que los nuestros, han adoptado en materia de horario de centros nocturnos y discotecas.


No hay país civilizado en el que no existan regulaciones formales para los horarios de los centros nocturnos, especialmente las discotecas.

Las regulaciones abarcan un tope de hora para la venta de bebidas alcohólicas, generalmente hasta las 12 de la noche o, cuando menos, hasta la una de la madrugada en determinados lugares.

En estos países, es mucho y sostenido el esfuerzo que se hace para disminuir los índices de accidentes automovilísticos provocados por el alcohol, y de ahí que ataquen el problema por una de sus fuentes principales, los bares, discotecas y centros nocturnos.

En el caso nuestro, tanto esa motivación como otra fundamental que es evitar exponer al riesgo de la violencia nocturna a nuestros jóvenes o a los parroquianos de esos centros, resultan suficientes para que las autoridades impongan el cierre de las discotecas a las 2 de la mañana.Y algo más: que se prohíba la presencia, más allá de las 12 de la noche, de los adolescentes que concurren a ellas.

¿Qué busca un jovenzuelo bailando y bebiendo tragos o usando drogas en horas de la madrugada en esos sitios? Mucha juventud dominicana, con energía y talento para el trabajo productivo, se nos desvía, inicia el día abotarada, cansada, resacada, por el hábito de amanecer gozando en una discoteca.

Si en horas del día, con la claridad del sol, se atraca y se mata en nuestro país sin que las autoridades dispongan de suficientes agentes de patrullas para prevenirlo, qué será de la noche, cuando hay más posibilidades de éxito para los malandrines que asaltan, agreden o matan?

Si estamos en actitud de enfrentar la alta ola delictiva y si estamos en un programa de ahorro de energía y combustibles, ¿qué razón valedera existe para que la ciudad siga encendida y convertida en una atractiva fuente de placeres y vicios para nuestros jóvenes?

Es digno de reconocimiento el gesto que han asumido los comerciantes de la Zona Colonial, y ahora los de la avenida Duarte, de proponer un horario regulado de 10 horas para todos sus establecimientos. Se supone que esto abarca los negocios de bebidas y diversión que existen en sus zonas.

La idea de los comerciantes es que se cierren los negocios los domingos y días feriados, con algunas excepciones, como el Día de las Madres y El Día de los Padres, entre otros. Estamos en la tónica de ahorrar y racionalizar.

Este es el momento oportuno para que nos ajustemos al modelo que otras naciones, con más jóvenes que los nuestros, han adoptado en materia de horario de centros nocturnos y discotecas.

En el fondo, este es un empeño por la vida y por la seguridad de nuestros ciudadanos y por el futuro de una juventud que no debe desperdiciar tanto tiempo precioso en banalidades, tragos, drogas, “perreos” y otros excesos.

Thursday, October 20, 2005

Sin agua potable, ¡qué tragedia!

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- El Gobierno tiene que disponer, con este sentido de urgencia, de las brigadas que sean necesarias para restablecer cuanto antes ese servicio de agua a Baní, Ocoa y los sectores de la Capital.


Un serio problema de falta de agua potable agobia y desespera a miles de ciudadanos de la Capital, Baní y Ocoa desde hace varios días.Lo que asombra es que en dos semanas el problema que ha dado origen a esta crisis no se haya resuelto, lo que revela ineficiencia y pobre capacidad de acción de los organismos llamados a encarar estas emergencias.

En la Capital, según explica la CAASD, hay 26 campos de pozos inhabilitados porque fallaron las subestaciones eléctricas que impulsan las bombas.Prometen arreglar esto en 48 horas, pero el problema lleva más de diez días y está causando estragos en numerosos barrios capitalinos donde la gente no puede bañarse, lavar ropas y utensilios ni cocinar los alimentos con la normalidad habitual.

En el caso de Baní y Ocoa la situación es igualmente dramática.
El INAPA dice que se han averiado los sistemas de bombeo por culpa de la falta de energía eléctrica y por las últimas lluvias caídas sobre el país que han dañado algunas tuberías matrices.

Nos han llamado desde Baní y Ocoa para informar que la población está bastante molesta e irritada con este problema y con la lentitud con que las autoridades actúan para corregir las averías.

Esta situación genera, aparte de las incomodidades, consecuencias reales en la salud de las personas, especialmente los bebés que necesitan que sus alimentos y sus ropas estén bien higiénicos y esterilizados, y sin agua esto no es posible lograrlo.

Puede decirse que, al extremo a que ha llegado el déficit o la interrupción del suministro, estas comunidades viven en un virtual estado de emergencia y de precariedad que amerita de una intervención extraordinaria de las autoridades.

No puede dejarse el problema a la eventualidad de que aparezcan recursos o piezas, o a esperar que mejore el sistema de energía. Los pueblos necesitan respuestas rápidas de las autoridades.

El Gobierno tiene que disponer, con este sentido de urgencia, de las brigadas que sean necesarias para restablecer cuanto antes ese servicio de agua a Baní, Ocoa y los sectores de la Capital.

Mientras se hacen las reparaciones de tuberías, tomas de agua o sistemas de bombeo, debe enviar vehículos cisterna bien abastecidos para mitigar el problema.

El Gobierno no puede ser indiferente ni pasivo, tampoco tardo, frente a una emergencia de este tipo.

Las comunidades sufren, se irritan, se desesperan y en medio de una angustia así no tienen mucho tiempo para escuchar excusas o explicaciones vagas e inútiles de las autoridades.

Wednesday, October 19, 2005

Que se limite el horario de las discotecas

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- Creemos que no puede demorarse más una decisión como la que proponemos, a fin de que las discotecas (también ahorrando energía) cierren sus puertas a las 2 de la mañana.


En menos de una semana, dos discotecas de la Capital han sido escenarios de tragedias sangrientas, fruto de las reyertas que provocan las drogas y el alcohol. Este tipo de incidentes es común en esos establecimientos, y por rutinarios que son no se registran siempre en las páginas o en los canales de los medios de comunicación.

Ocurre que estas discotecas funcionan hasta el amanecer y muchos clientes salen de ellas ahítos de bebidas alcohólicas o de estupefacientes, predispuestos a cualquier aventura, a alguna osadía o a pelearse por cualquier motivo baladí. Muchas de esas discotecas están situadas en sectores residenciales y las broncas que se arman a la salida o dentro de ellas, o los ruidos que provocan los emborrachados asistentes, perturban la vida de esos vecindarios.

Ante la repetición de tantas tragedias, proponemos que el Gobierno afronte la amenaza que representa para la seguridad de miles de jóvenes su presencia hasta altas horas de la madrugada en esos centros, situación que no ocurre en otros países.

La regla, en el resto de esos países, es que las discotecas funcionen hasta las 2 de la mañana, a lo sumo, pero prohibiendo la venta de bebidas alcohólicas desde las 12 o la una de la mañana.

Estas restricciones abarcan incluso las actividades deportivas, como los juegos de baloncesto y de béisbol, en los que a determinado tiempo se prohíbe vender cervezas u otras bebidas alcohólicas a los fanáticos, para evitar excesos y desórdenes al final de las competencias.

Desde hace tiempo hemos abogado porque las autoridades limiten el horario de estos negocios. Inclusive, la idea caló positivamente en muchos de los propietarios de discotecas o bares de la Zona Colonial, hasta ahora la más concurrida área nocturna de Santo Domingo, pero nadie en el Gobierno le prestó atención y les tomó la palabra.Luego, los comerciantes de la calle El Conde también propusieron algo interesante –que no tiene que ver necesariamente con el tema de las discotecas– y es que se establezca un horario escalonado para la apertura y cierre de sus negocios.

Esto con la finalidad de apoyar el plan de ahorro de energía y combustibles que ha sido puesto en marcha en el país.Tampoco nadie en el Gobierno les ha hecho caso.

Creemos que no puede demorarse más una decisión como la que proponemos, a fin de que las discotecas (también ahorrando energía) cierren sus puertas a las 2 de la mañana.

Este país no va a colapsar ni nadie se va a morir de tristeza si eso se produjera. Y sí estamos convencidos de que, cuando eso ocurra, serán muchos los incidentes, las muertes y los actos de violencia que le evitaremos a la sociedad y, en especial, a nuestros valiosos jóvenes.

Tuesday, October 18, 2005

Si eso es con Santiago.....

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- En el frenesí por ser complacientes ante los pueblos, los políticos exageran a menudo su capacidad para satisfacer todas las expectativas y por eso prometen obras que nunca cumplen o que cumplen a medias, o que tienen que esperar que lleguen otros al poder para que las materialicen.


De más de 150 obras dispuestas por el Gobierno en todo el país desde que se instauró en agosto del 2004, menos de 50 han podido ser terminadas y en el grupo de las paralizadas figuran las más esenciales de Santiago.

Esto indica que hay una falla gravísima en la logística o en la dinámica de ese programa. O las obras se anunciaron sin presupuestos autorizados, o si , teniéndolos, los recursos no se desembolsaron oportunamente para asegurar su realización sin tropiezos ni retrasos.

Es llamativo que en el caso de Santiago, donde varias obras importantes valoradas en más de 10 mil millones de pesos han quedado estancadas, la Secretaría de Obras Públicas diga que va a investigar la forma en que se han usado los fondos. Se supone que el seguimiento o monitoreo de las obras es una función casi obligatoria y cotidiana de esa Secretaría, y que eso es suficiente para saber si los dineros se invierten apropiadamente o si los trabajos marchan según la velocidad prevista.

A veces puede resultar que las partidas desembolsadas no permiten un avance significativo o visible de las obras, pero este es apenas un aspecto del problema. En realidad, lo que se ha denunciado es que obras de envergadura, de tipo vial específicamente, están paralizadas desde hace tiempo y no se ven los equipos trabajando.

La directora del Plan Estratégico de Santiago asegura que cuatro proyectos contemplados dentro de la estrategia de desarrollo de largo plazo no se han hecho.

En marzo, el Presidente de la República dio el palazo inicial para la construcción del parque central o nuevo pulmón de la ciudad, y esta es la hora en que no se ha desembolsado un centavo para dicha obra ni tampoco figura en ningún presupuesto, ha dicho la ejecutiva.

Esta historia no es nueva. Y ha sido la causa de muchos desalientos en las poblaciones. En el frenesí por ser complacientes ante los pueblos, los políticos exageran a menudo su capacidad para satisfacer todas las expectativas y por eso prometen obras que nunca cumplen o que cumplen a medias, o que tienen que esperar que lleguen otros al poder para que las materialicen.

Pero es extraño que obras contempladas en el presupuesto no se realicen al ritmo debido si ya tienen los fondos apropiados, o que algunas que se inician bajo la presión de los pueblos queden a medio talle cuando se agotan los primeros fondos que se usaron para aquietar a los ciudadanos que las demandaban.

Si esta parálisis de obras afecta a la segunda ciudad más importante y al centro de la región que más riquezas produce, ni qué decir del resto del país.La conclusión es que todas las obras prometidas se han quedado, hasta ahora, en la ansiosa imaginación de los pueblos, y sólo existen en los titulares de los periódicos o en los abundantes spots y anuncios que con admirable destreza publicitaria despliega a diario el Gobierno para exhibir sus “logros”.

Monday, October 17, 2005

“Cumbres” inútiles

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- Las cumbres están haciéndoles perder un tiempo valioso a los presidentes que van a ellas a escucharse y a escuchar a los demás repitiendo las mismas generalizaciones y vaciedades que muchas veces acompañan aquellos discursos, que a los pocos días caen en el zafacón del olvido.


De tan frecuentes que se han hecho, las cumbres presidenciales ya están mostrando su efecto saturador y su decadencia como modelos que resuelven problemas internacionales.

Cada cumbre viene a resultar “más de lo mismo” de su anterior y de la que habrá de seguirle, y la mejor prueba es que con tantos problemas cruciales que anonadan a nuestras repúblicas, el elemento esencial de la última, en Salamanca, haya sido el “bloqueo” comercial a Cuba.

Que un tema viejo haya tenido que ocupar la atención de presidentes que representan a países con los cuales Cuba tiene relaciones comerciales normales, es un indicador de lo aburrido que ya resultan estas reuniones.

¿Por qué, junto a la exigencia de que Estados Unidos le ponga fin al “bloqueo”, los presidentes no reclamaron a Cuba que, a su vez, desbloquee todas sus dictatoriales disposiciones con las que ha sofocado, en más de 40 años, la expresión libre y democrática del pueblo?

Cuba ha soportado estoicamente ese “bloqueo” durante casi medio siglo, y ha cimentado, sobre esa resistencia, el sello de su revolución.

El resto de los países de América Latina, sin haber pasado por esa experiencia, enfrentan otras tan graves y delicadas que, a diferencia del caso cubano, ponen en estado frágil o susceptible de colapso la base política de sus propios sistemas de gobierno y de vida.

Entonces, pues, los problemas de la mayoría son los que verdaderamente tienen que ponerse de relieve en estas cumbres, pero para buscarles soluciones concretas, no para que queden como simples y elocuentes piezas de la oratoria o de la demagogia política.
Las cumbres están haciéndoles perder un tiempo valioso a los presidentes que van a ellas a escucharse y a escuchar a los demás repitiendo las mismas generalizaciones y vaciedades que muchas veces acompañan aquellos discursos que a los pocos días caen en el zafacón del olvido.

Las muestras de fatiga se han hecho evidentes en las expresiones de algunos mandatarios, y hasta han sugerido que sean más espaciadas, o que se convoquen con cierto carácter extraordinario cuando la situación lo amerite.

La asiduidad con que se celebran hace materialmente imposible que se alcancen objetivos palpables luego de ellas. El calendario está atiborrado no sólo de cumbres, sino de mini cumbres o de esporádicas reuniones bilaterales entre mandatarios.

Esto significa que es grande el tiempo que le consumen a los presidentes, y el dineral que se gasta para mover a tantos cortesanos a esos encuentros.

Si la decisión es seguir, tarde o temprano los pueblos latinoamericanos tendrán que verse obligados a cambiar sus constituciones para crear un nuevo modelo, el bipresidencial, que permita elegir un “presidente para las cumbres” y otro para lidiar, en la base del pueblo, con sus problemas más sentidos y con sus urgencias de cada día.

Sunday, October 16, 2005

¿Otra zona putrefacta del Estado?

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- Nada puede quedar oculto ni nadie puede obstruir a la justicia en su propósito de escudriñar el trabajo que se ha realizado en esas oficialías y verificar si son ciertas las denuncias de malas prácticas, de cobros abusivos y de adulteraciones al por mayor y al detalle Grandes escándalos que han hecho terminar en la cárcel a políticos y exmandatarios tienen su origen en nebulosas contribuciones.


Si las oficialías del Estado Civil se han convertido en otra zona podrida por la corrupción, es un imperativo legal y moral que se abra una amplia investigación sobre sus operaciones.Uno de los oficiales recién cancelados ha denunciado prácticas onerosas en el manejo de las actas y registros de la vida civil que tienen a su cargo dichas oficinas, pero las máximas autoridades de la Junta Central Electoral las niegan.

La Fiscalía del Distrito Nacional puja por hacer valer su derecho a supervisar las operaciones de las oficialías y advierte que usará la fuerza pública si fuese necesario para intervenir en ellas.Estas oficialías están bajo la lupa de la opinión pública a raíz de descubrirse el escándalo de los pasaportes oficiales utilizados por auténticos y falsos regidores, auxiliados por funcionarios públicos, para montar una red de tráfico de personas hacia el extranjero.

El acta de nacimiento, pieza fundamental en el retruécano mafioso de los regidores y funcionarios públicos, ha quedado en entredicho.Los procedimientos rigurosos que se establecen en la ley 659 sobre actos del Estado civil para expedir estas actas han sido violentados repetidamente, con lo cual se ponen bajo sospecha de ilegalidad no solamente las actas adulteradas por la mafia de los pasaportes, sino las demás que se han expedido regularmente en dichas oficialías.

Cuando se vulnera la validez o autenticidad de estas actas, quien pierde es el país, pues sus ciudadanos pueden ser sujetos de duda frente a terceros, especialmente si están en el extranjero y deben usar sus pasaportes o tarjetas de identidad.

En la mayoría de los países organizados, el pasaporte o la licencia constituyen dos documentos de identidad confiables y válidos. Así que, cuando en el caso nuestro atropellamos esa legalidad estamos causando un daño tremendo a la credibilidad del documento nacional.Y si las oficialías del Estado Civil se han prestado para esas y otras operaciones pecaminosas e ilegales, todo debe saberse y la justicia tiene que actuar en consecuencia.

Nada puede quedar oculto ni nadie puede obstruir a la justicia en su propósito de escudriñar el trabajo que se ha realizado en esas oficialías y verificar si son ciertas las denuncias de malas prácticas, de cobros abusivos y de adulteraciones al por mayor y al detalle.

Si dos instituciones-la JCE y la Fiscalía del Distrito-se arrogan la potestad de supervisar esas operaciones, no tiene sentido que entre ambas se haya creado una puja que no permite que se abra la profunda investigación que amerita el caso.

Sólo de esa manera podrá establecerse si la putrefacción es parcial o total, y cuáles son las secuelas de ambas en el ordenamiento institucional y legal del país. Pero la investigación debe hacerse y nadie debería impedirla o entorpecerla una vez en curso.

Friday, October 14, 2005

¿Qué pasó con el paciente?

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- La aparición tan repentina y misteriosa de esa “burbuja”se produjo tras el último diagnóstico de los médicos extranjeros, que recomendaron quitar algunos grados al estado gélido del paciente para calentarlo un poco, hasta llevar su temperatura hasta los 37 grados, tras comprobarle algunas insuficiencias.


Hace apenas 14 meses, el paciente estaba en sala de cuidados intensivos, en estado comatoso, y todos, en su entorno, rogaban para que saliera pronto de esa antesala mortal y se recuperara.

Los signos vitales eran precarísimos, pero había esperanzas de que, con buenas recetas, el paciente pudiera sobrevivir.Su temperatura estaba bastante alta.

Desde que comenzó a subir abruptamente de 16 a 60 grados todo el mundo cayó en la cuenta de que su final era irreversible.

Fue preciso cambiar de médico y de medicinas y hacer un esfuerzo crucial por salvarlo. De hecho, a partir del cambio, el paciente recobró cierta lucidez, algo de energía como para levantarse de la cama y echar a andar. Y pronto se le vio salir de la sala de cuidados intensivos.

La atmósfera mejoró positivamente. Un soplo de confianza entró con fuerza al recinto, elevó los entusiasmos, hizo retornar los capitales huidizos y atrajo otros más, y en eso llegaron del extranjero los llamados médicos fondomonetaristas, que tienen experiencia probando recetas que, si bien han dejado moribundos a muchos, al menos ayudaban a este paciente a soportar sus intensos espamos, aunque se muera lentamente.

La fiebre comenzó a bajar hasta estabilizarse la temperatura en 29 grados.

Pese a las grandes exigencias de los importadores para cubrir los llamados “inventarios” de fin de año, estas presiones jamás lograron hacer retroceder al paciente. Por el contrario, sus signos vitales volvieron al estado esplendente que refleja salud y mejoría.

Los médicos dijeron que ya se había estabilizado y que, a partir de entonces, era p’alante que iría.

A su alrededor, algunos virus impertinentes, como las tasas de interés, fueron controladas y reducidas. El paciente se sacudía de algunas lacras, pero no de todas.

Por fuera , comenzó a lucir bien, tan bien que hasta le dio por alcanzar grandes utopías, fabricarse una isla artificial, construir una gran red de metro y transformar su entorno en una urbe moderna, tipo Nueva York, pero por dentro lo corroían otros síntomas que amenazaban con nuevas recaídas, como la invalidez para atacar la corrupción administrativa y fallas en su sistema circulatorio.

En medio del tratamiento, estalló la pandemia petrolera que le hizo encarecer los costos de su recuperación.Y con ella sobrevino también una epidemia que ya se creía superada, la temible “burbuja aprensiva”, que desordena todo a su paso y que ataca directamente las células de la confianza nacional.

La aparición tan repentina y misteriosa de esa “burbuja” se produjo tras el último diagnóstico de los médicos extranjeros, que recomendaron quitar algunos grados al estado gélido del paciente para calentarlo un poco, hasta llevar su temperatura hasta los 37 grados, tras comprobarle algunas insuficiencias.

Lo que no hizo, hace justamente un año, la reposición de los inventarios ni las altas tasas de interés, lo causa ahora esa “burbuja aprensiva” que se avienta con temores de otras metástasis y que sólo se combate eficazmente con inyecciones de confianza, no con las ininteligibles recetas ni las pastillas pasadas de tiempo que tratan de usar ahora los galenos, como lo hacía en su tiempo el célebre Doctor Anamú.

Thursday, October 13, 2005

Que se lleve el plan a otros barrios

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- La sociedad se merece vivir tranquila y segura, sin los sobresaltos causados por una legión de malandrines que matan y roban a mansalva, con plena impunidad y con ostensible contubernio con ciertas autoridades.


El éxito del plan piloto contra la delincuencia en Capotillo obliga a que, sin mas premura, ese modelo de acción sea expandido a otros barrios calientes de la capital.


Ahora mismo hay una situación de extremada peligrosidad en Gualey, porque las bandas de delincuentes y drogadictos se disputan el control de estos negocios con las bandas de Las Cañitas.


Varios jóvenes han caído muertos, por balas o acuchillados, en constantes ajustes de cuentas, y los pacíficos ciudadanos de esos sectores son víctimas de ese estado de inseguridad que crean las peleas callejeras entre pandillas.


Urge que las autoridades trasladen hacia esos sectores el plan que aplicaron hace un mes en Capotillo y que ha dado resultados tangibles: en ese período no ha habido una muerte violenta en ese sector.


Aunque se han hecho denuncias preocupantes en el sentido de que agentes policiales, de esos que aun no se regeneran ni olvidan sus viejas andanzas delincuenciales, se están dedicando a extorsionar a los traficantes o consumidores de drogas de ese sector para dejarlos libres.


Como todo modelo que se inaugura para resolver un problema tan grave como la delincuencia focalizada en un sector, no es infalible. Puede tener sus defectos, sus fallas, sus partes infuncionales. Pero todo eso es corregible. Lo importante es que el objetivo esencial, que es el reducir los niveles de delincuencia y criminalidad, se está alcanzando, lo que prueba la utilidad y eficacia del plan.


Es bueno consignar que el plan de seguridad democrática fue concebido no como un recurso coyuntural frente a una oleada de atracos y asesinatos, sino como un proyecto de rescate social y de infraestructuras para fomentar la solidaridad entre sus habitantes.


Ese diseño, a su vez, surgió de un estudio amplio sobre las causas reales de la delincuencia, las carencias socioeconómicas de los residentes y sus expectativas más importantes.


Luego, las autoridades desplegaron equipos de patrullaje, de vigilancia continua, de contactos entre las autoridades y los residentes, y ahí están los frutos.


Es también digno de destacar que aunque no han desaparecido las poderosas causas de esta criminalidad en un país de empobrecidos, las muertes por causa de la violencia en septiembre han disminuido en relación con las de julio y agosto.

Eso indica que el reclamo y la actitud de la sociedad contra la delincuencia han comenzado a surtir sus efectos, tanto en ponerles las pilas a las autoridades para que hagan mejor su trabajo, como en lograr que el Gobierno destine fondos para enfrentar el problema.


La sociedad se merece vivir tranquila y segura, sin los sobresaltos causados por una legión de malandrines que matan y roban a mansalva, con plena impunidad y con ostensible contubernio con ciertas autoridades. Ojalá que estemos ya en el camino de revertir tan odiosa como desesperante situación.

Wednesday, October 12, 2005

La marea haitiana

SANTO DOMINGO, RD.- Octubre 12- Como en el país no tenemos una regla clara o legislación para manejar, dentro de estos parámetros , el creciente e incontrolable flujo de haitianos, se nos ha creado aquí una situación problemática que se hace cada vez más difícil de resolver.


No hay nación que escape al fenómeno de la emigración de ciudadanos de otros países, tanto si se trata de profesionales como de infelices indigentes.

La nuestra lo conoce en dos direcciones: el de los dominicanos que se aventuran al mar o se confían en distintas estrategias engañosas para entrar ilegalmente a otros países, y el de los haitianos que penetran pacíficamente y que han formado una comunidad de más de un millón de personas en nuestro suelo.

La explotación, como fuerza laboral, y la discriminación, en sus aspectos humanos y legales, constituyen las caras desagrables y dolorosas de este fenómeno.

No es fácil enfrentarlo, resolverlo o manejarlo de la manera que sería ideal, es decir, reconociendo y respetando la dignidad de esos ciudadanos que se ven empujados a buscar en otros países las oportunidades que no tienen —o creen no tener— en el propio.

Como en el país no tenemos una regla clara o legislación para encarar, dentro de estos parámetros, el creciente e incontrolable flujo de haitianos, se nos ha creado aquí una situación problemática que se hace cada vez más difícil de resolver.

La magnitud que va asumiendo el problema ha llamado la atención del obispo de la Diócesis Mao-Monte Cristi, monseñor Tomás Abréu, quien a su vez nos alerta sobre el sesgo xenofóbico que perturba las relaciones, antes normales y pacíficas, entre haitianos y dominicanos en la frontera.

En su propio territorio pastoral se han producido ya ataques y agresiones mutuas entre los ciudadanos de los dos países, y las cosas han llegado al extremo —dice monseñor Abréu— de que “la gente quiere tomarse la justicia por su propia mano”.

Además de esta predisposición tan peligrosísima, el obispo percibe que una buena parte de los emigrantes haitianos no son personas que vienen a trabajar y ganar dinero, sino a delinquir, a robar reses, motores, frutos agrícolas y otros bienes.

Como hay mucha hambre, violencia y falta de autoridad en Haití, la desesperación se refleja en muchos de ellos. Pero resulta que aquí, en las regiones empobrecidas, se incuban también miseria, pobreza y desaliento.

Se crean, entonces, espacios en los que la regla de sobrevivir, alimentarse y producir, conduce a una desesperada lucha entre los de allá y los de aquí, en los que forzosamente aflora un antagonismo a muerte.

Hay que hacerle caso a esta patética realidad que presagia conflictos. Hay que asumir, como dijera monseñor, con seriedad y responsabilidad la tarea de definir rápidamente las reglas claras para admitir el ingreso temporal o permanente de los haitianos, antes de que el país se vea arropado por una marea humana, hambrienta y desesperada, a la cual no podrá alimentar, vestir ni emplear, y mucho menos desalojar de nuestro territorio.

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Tuesday, October 11, 2005

Deliverys temerarios

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- Las autoridades deberían comenzar a poner en orden a estos nuevos peligros públicos que se mueven en las calles, y una primera medida es la de obligar a las empresas que los contratan a que les pongan luces delanteras y traseras a los motores.


Una verdadera plaga azota la ciudad: se trata de los llamados “deliverys” o motoristas que se especializan en el temerario arte de llevar mandados a toda velocidad a cualquier parte.

No son únicamente agresivos y desafiantes en la forma en que circulan enrevesados entre los automóviles, sino que se creen con licencia —y parece que de verdad la tienen y la disfrutan— para andar en vías contrarias.

Pudiera decirse que de 100 “deliverys”, 90 de ellos andan sin luces delanteras ni traseras en sus motores. O si tienen alguna de ellas, es tenue, casi ni se aprecia. Muchos de sus motores, para colmo, carecen de buenos mufflers, por lo que provocan ruidos indeseables no importa la hora del día.

Estos “deliverys” han debido causar numerosos accidentes en las calles, ya que no respetan semáforos en rojo (en verdad, ningún motorista cumple todas las reglas) y ya que manejan con osadía, con desprecio al derecho de los demás.

Las autoridades deberían comenzar a poner en orden a estos nuevos peligros públicos que se mueven en las calles, y una primera medida es la de obligar a las empresas que los contratan a que les pongan luces delanteras y traseras a los motores.Y otra medida es que las empresas contratantes sean responsables, ante terceros, de los desmanes y las consecuencias del manejo agresivo y temerario de estos empleados que, por añadidura, no se colocan cascos protectores ni chalecos lumínicos.

La existencia de tantos “deliverys” en las calles ha sido aprovechada por criminales para simular que son empleados inofensivos. De hecho, se han registrado casos de atracos y agresiones cometidos por motoristas que aparentaban servir como “deliverys” cuando, en verdad, se disfrazaban de tales.

El despliegue de osadías que hacen en las calles no dista mucho, entretanto, del que exhiben, también con demasiado aire de impunidad, otros conductores o automovilistas inconscientes y desaprensivos en nuestras calles.Por eso es que se habla de que , en este sentido, todo es un caos. O un verdadero relajo.

En esto tiene culpa la autoridad, que ha sido demasiado indulgente con estas recurrentes violaciones a las leyes del tránsito, aunque parezcan que actúan con rigor y energía en algunas calles cuando detienen motoristas por falta de cascos o por otra infracción.

Los ciudadanos se han acostumbrado ya a este modelo de violaciones , como si se les hubiese agotado toda la sensibilidad y la capacidad de indignación frente a tales abusos.Es una pena que el relajo, en este sentido, haya llegado tan lejos.

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Monday, October 10, 2005

El llamado del Presidente

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-Al clausurar el seminario sobre los retos de la economía, el presidente Fernández abrió una puerta al diálogo para tratar de salvar la reforma fiscal en el Congreso.Al apelar a la unidad nacional para enfrentar estos retos económicos, el mandatario expresó su disposición de buscar un entendimiento con todos los sectores que han objetado partes de la reforma.Creemos que el mismo seminario, de dos días de duración, que permitió al Gobierno ofrecer un vistazo general a la situación del país, constituyó en esencia un esfuerzo de apertura para el conocimiento directo de otras opiniones y visiones que se tienen desde fuera del Gobierno.Aplaudimos la muestra de “flexibilidad y disposición al diálogo”, expresada por el Presidente en sus palabras de clausura, y entendemos que a ella debe seguir, sin demora, una convocatoria general para redefinir dicha reforma.Estuvo muy claro en el seminario, que hay sectores que ameritan de un trato mejor, antes que penalizante, para que las fuentes de divisas que ellos generan y sus niveles de competitividad, no se malogren.Se han presentado algunas fórmulas que pueden ayudar al Estado a recaudar lo mismo o más de los ingresos que dejará de percibir por la vía de la comisión cambiaria, cuando entre en vigor el TLC con Estados Unidos y Centroamérica.Estas fórmulas pueden ser discutidas y ponderadas, conjuntamente con otras alternativas menos dolorosas para el pueblo, en un ambiente de diálogo que no esté totalmente bajo el control directo de fuerzas políticas en pugna.Convendría al Gobierno, que no ha tenido mucho eco a favor de la reforma que ha diseñado, mostrar la flexibilidad que proclama el Presidente para que, en una nueva ronda de exámenes al proyecto, se llegue al esperado consenso, al consenso real y no facial ni publicitario.Un diálogo de esta naturaleza también podría servirle al Gobierno para encontrar acompañantes, endosos y apoyos a sus esfuerzos por renegociar los contratos leoninos con las empresas generadoras y distribuidoras de energía.En este sentido, es previsible que encuentre el mayor respaldo de la nación, que no soporta ya tantas injusticias ni incongruencias con un servicio costoso, irregular y poco confiable, lo que pone en peligro la continuidad de la estabilidad macroeconómica.El factor energía, el tema de las divisas, las perspectivas de un petróleo siempre más caro, son las verdaderas amenazas a la estabilidad del país y en esto el Gobierno no puede perderse buscando o espantando otros “fantasmas”, o tratando de tomar el rábano por las hojas, perdiendo aliados importantes en este esfuerzo.Si se distrae o se deja llevar del miedo y del pánico aventado por sus propias casandras, que ven esos “fantasmas” hasta en las sopas de letras, puede perder la justa perspectiva y el “timing” decisivo para mantener al país en un derrotero seguro, estable, confiable y fructífero, como todos lo queremos.

Sunday, October 09, 2005

El laberinto en que nos encontramos

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-Un tour por la realidad nacional es casi lo mismo que entrar en un laberinto en el que fácilmente se atraviesa de la comedia a la tragedia, sin que a veces podamos distinguir la una de la otra.A la admisión de una alta autoridad de que aquí todo el mundo hace lo que le venga en ganas, como si viviésemos del relajo, podríamos añadirle el sesgo sobrecogedor que va tomando la delincuencia dentro del mismo Estado.La red tejida por regidores, oficiales del Estado Civil, autoridades enquistadas en Migración y Cancillería, para traficar con personas usando pasaportes oficiales, es apenas una muestra.Si sólo para montar un negocio que, por lo que se ha descubierto hasta el momento, funcionaba con mucha normalidad y rentabilidad, hubo tan especial contubernio, hay que imaginar que a otros niveles las oportunidades para hacer trampas y crear mafias son infinitas.El que un grupo de personas haya podido falsificar actas de nacimiento o declaraciones tardías y otros documentos de las oficialías civiles -es decir, contaminar la base de la identidad nacional-, y que pueda valerse de pasaportes oficiales auténticos, y de la complicidad de la autoridad para validar lo ilegal y lo mal hecho, sin que nadie se hubiese dado cuenta, revela lo poco estricto que es el control de estos procesos y documentos.El de los pasaportes es un negocio que, por la cantidad de regidores y hasta síndicos implicados, parecía bastante extendido a otras demarcaciones. ¿Cómo podía operar con tanta facilidad sin que pudiesen ser descubiertos a tiempo? Ante ese vergonzoso escándalo, algunos países van a exigir visados en los pasaportes oficiales dominicanos, para no verse expuestos a las consecuencias que pueden derivarse de su uso por parte de malandrines o usurpadores.Talvez como ese de los pasaportes existan otros negocios a los que la autoridad, consciente de su ilegalidad y perversidad, se entrega para saciar su afán de lucro.Esta práctica es lo que acaba dándole carácter de norma a la obligación que tiene todo usuario de los servicios del Estado de “picotear” o pagar “peajes” en cada tramo de una diligencia, para que las cosas puedan funcionar.Lo de los vehículos robados y usufructuados por la Policía fue un pasaje de esa cultura. Otros de ellos son los frecuentes atracos en que los autores forman parte de la autoridad legal, los grandes negocios que se logran haciendo fluctuar la prima del dólar, las tajadas que mueven veredictos y aprobaciones de actos del Estado, los cobros disparejos en oficialías o consulados, las expropiaciones de propiedades que nunca se pagan o se pagan tardíamente y devaluadas, y un sinfín de irregularidades que ponen al desnudo, como caricatura, a lo que pomposamente tenemos como un “Estado moderno”.

Friday, October 07, 2005

Flamante hospital sin rayos X

SANTO DOMINGO. RD.- Es una vergüenza que un hospital regional, de la categoría del Cabral y Báez, en Santiago, no pueda ofrecer los servicios de rayos X porque dos compañías no se ponen de acuerdo para instalarlos.


El hospital más importante del Cibao es el José María Cabral y Báez, de Santiago, y está concebido y equipado para dar cobertura al mayor número de casos que se registran en esa región.

Pese a esta categoría tan especial, no dispone del servicio de rayos X porque aparentemente existe un conflicto entre la empresa suplidora y la que se ocupa de las instalaciones.

Es obvio que, por esta culpa, son innumerables los pacientes que están privados de usar esta eficaz tecnología de diagnóstico y sabrá Dios cuántas angustias padecen los propios médicos cuando, para casos de traumatología, no cuentan con rayos equis para verificar la magnitud y el lugar de las fracturas o lesiones.

Sin ese detalle tan vital, tendrán que manejarse según su nivel de experiencia, pero sin brújulas.Hay que buscar de inmediato una solución a esta deficiencia, bien sea que la dirección del hospital propicie una conciliación entre las empresas obligadas a instalar los equipos, o asumir por cuenta propia su puesta en funcionamiento.

No es un problema, como se ve, de falta de recursos, pero, por su gravedad, es un problema para la salud humana de los residentes en la región cibaeña.En otros hospitales públicos también existe deficiencia en el número de aparatos.Y, en determinados casos, los que existen son obsoletos o están dañados.

No tenemos idea de cuántos equipos para diversas aplicaciones se encuentran inservibles o en necesidad de reparación en los hospitales, por lo que valdría la pena que la Secretaría de Salud ordene el levantamiento de un inventario en ese sentido.De este modo se sabría cuáles equipos merecen ser sustituidos y cuáles aguantarían una reparación que les alargue su vida útil.

Hace varios meses la prensa publicó versiones sobre la desaparición de equipos nuevos, costosísimos, que estaban destinados a sustituir dañados u obsoletos, y la denuncia se quedó en el aire.Es probable que, desde afuera, la ciudadanía tenga la percepción de que nuestros hospitales están debidamente equipados, pero cuando alguien olfatea en el interior de estos centros de salud se da cuenta de que existen aparatos infuncionales.

A muchos pacientes se les envía a hacerse los estudios y radiografías o los exámenes sanguíneos en clínicas y laboratorios cercanos a los hospitales, porque en estos no les pueden ofrecer esas atenciones.Sabemos que la mayoría de los indicadores de la salud están en crisis o en puntos muy débiles, y sabemos que los recursos y subsidios que se otorgan a estos hospitales no son suficientes para brindar servicios adecuados a la población.

Pero, es una vergüenza que un hospital regional, de la categoría del Cabral y Báez, no pueda ofrecer los servicios de rayos X porque dos compañías no se ponen de acuerdo para instalarlos.

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Thursday, October 06, 2005

¿Quién pellizca la tasa del dólar?

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- Alrededor del movimiento de las tasas del dólar siempre se ha rumorado que pueden gravitar intereses que buscan sacar jugosas tajadas de las operaciones, y a través de muchos gobiernos esta ha sido una preocupación presente y constante.


Si no hay factores determinantes que provoquen las últimas fluctuaciones del dólar, como dijo recientemente el Banco Central, ¿a qué se debe, entonces, que la tasa de cambio haya estado tan veleidosa en estos días? Se le quiso atribuir el nerviosismo a la Refinería Dominicana de Petróleo, pero ocurre que esa empresa hace tiempo que realiza sus provisiones de dólares directamente con el Banco de Reservas, no con los bancos de cambio.

Inclusive, existe una línea de crédito millonaria en el Banco de Reservas para asegurar que las compras de Refinería no impacten el mercado y hagan apreciar, en consecuencia, la moneda norteamericana.

La Refinería compra entre 5 y 6 millones de dólares diarios para sus abastecimientos, lo que viene a representar cerca de un 10 por ciento del volumen de compras del mercado en un día, que es de aproximadamente 50 millones de dólares diarios.

Al parecer, se han producido compras millonarias a otros niveles y para otros destinos que sí pueden estar incidiendo en las últimas variaciones que ha experimentado la moneda norteamericana en su relación de cambio con el peso.

Sería bueno que el Banco Central explique claramente qué ha ocurrido en este sentido y revele quién o quiénes son los que salen a comprar tales volúmenes a tasas más altas que las normales.

Alrededor del movimiento de las tasas del dólar siempre se ha rumorado que pueden gravitar intereses que buscan sacar jugosas tajadas de las operaciones, y a través de muchos gobiernos esta ha sido una preocupación presente y constante.

A veces, para ocultar los verdaderos alcances de transacciones que benefician a los llamados al reparto, se atribuyen las alzas a supuestas campañas o manipulaciones en los medios de comunicación, o se buscan algunos chivos expiatorios para cargarles el dado del problema.

Aquí no debería existir ningún tipo de nerviosismo en ese sentido, porque están entrando muchísimos dólares y euros al país, especialmente por vía de las remesas, distinto a lo que ocurría antes, que entraban remesas convertidas en pesos.

La proporción de remesas netas de dólares garantiza un buen abasto al mercado. Y como no hay circulante nacional en las calles, no existe tanta presión para buscar dólares porque todavía las autoridades gubernamentales siguen suscitando la confianza de la ciudadanía y los inversionistas.

Pero esa estabilidad podría ser afectada o menguada si, por un afán de lucro, se hacen transacciones a tasas atractivas para forzar a las autoridades a “inyectar” al mercado con sus propios dólares, con la finalidad de recuperar los niveles hasta ahora aceptables que se han mantenido.

Es el Banco Central el llamado a definir qué está ocurriendo en el mercado cambiario que tiene a la prima casi al borde de la calambrina.




Wednesday, October 05, 2005

El relajo nacional

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- El relajo que estamos viviendo no es más que la expresión acabada de la flojedad, la lasitud, el decaimiento del principio de la autoridad, un reflejo más de la acomodada política del “dejar de hacer y dejar pasar” con que se contemplan las continuas violaciones a la ley, sin hacer mucho para evitarlo.


Al quejarse de que en el país ya muchos no confían en la justicia, el procurador general sentenció: “La gente cree que todo es un relajo”.Lo dijo porque está convencido de que “hay un nivel de impunidad muy serio, y la gente no tiene temor de hacer las cosas.

El político, el policía y el sector privado entienden que pueden hacer lo que quieran, porque no hay sanción”.Una radiografía como ésta, tan real como patética, ilustra el estado actual de las cosas en nuestro país.Como la parodia de Sabala, esto es un verdadero relajo nacional.

El relajo que estamos viviendo no es más que la expresión acabada de la flojedad, la lasitud, el decaimiento del principio de la autoridad, un reflejo más de la acomodada politica del “dejar de hacer y dejar pasar” con que se contemplan las continuas violaciones a la ley, sin hacer mucho para evitarlo.

El que la gente no tenga temor de hacer las cosas implica, de por sí, una convicción de que nada podría pasarle porque hay demasiadas maneras de eludir a la Policía, a los fiscales y a los jueces, y esto se comprueba en los antológicos prontuarios de nuestros delincuentes, que a veces llegan a superar hasta más de treinta expedientes criminales.

La facilidad con que la autoridad y los delincuentes se “coyundan” hace posible que muchos crímenes y delitos de todo tipo se perpetren y se queden sin sanción. El que los automovilistas, pero sobre todo los motoconchistas, salten los semáforos en rojo o anden en vías contrarias de lo más campante, es también otra prueba cotidiana de que vivimos en un estado de relajo nacional.

El campo ancho para delinquir no tiene ya espacios limitados ni reservados. En la misma cafetería del cuartel policial del kilómetro 9, los ladrones se llevaron muchas mercancías, ante los ojos y narices de los policías. El relajo nacional también se alimenta de las inconductas de los que van al Gobierno.

Cuando los de abajo perciben que los de arriba roban, negocian o sólo van a resolver “lo suyo”, descuidando sus responsabilidades de servicio a la sociedad, por defecto también podrían sentirse invitados a hacer lo mismo.

Otra forma clásica del relajo nacional es la que fomentan los propios políticos, cuando prometen y no cumplen.

Y como si la ridiculez, bajo tal relajo nacional, no quisiese quedarse atrás como elemento distintivo del medalaganarismo en que vivimos, un solo hecho, insólito, lo pone de manifiesto: mientras la ciudad clama por la solución de sus graves problemas, los ocupados regidores del Ayuntamiento del Distrito Nacional han hecho algo que les parece más serio: acaban de prohibir que las gentes saquen sus perritos y sus gatitos a los parques o las vías públicas a hacer sus necesidades fisiológicas.

Así, el pis de perro al aire libre ha sido proscrito por resolución municipal, otra obra maestra de este relajo nacional.

Tuesday, October 04, 2005

Hagamos ahora lo imposible

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- Ahora el destino de la nación está en manos de una sociedad diversificada por los intereses sectoriales, pero aparentemente distraída ante los peligros que nos acechan desde distintos frentes.


“Hagamos ahora lo imposible y dejemos lo difícil para mañana”. Así rezaban unos carteles que aparecieron en las calles de Jerusalén, cuando apenas nacía el Estado judío.

El mensaje, sin lugar a dudas, era una invitación ferviente y consciente al pueblo para que asumiera los sacrificios que conlleva la construcción de una Nación nueva.

En ese caso, el nuevo Estado emergía en un escenario circuido por la sangre y los actos heroicos de los valerosos independentistas, prácticamente cercados por las artillerías de los grandes ejércitos árabes.

Lo imposible y lo difícil no se diferencian en mucho, si a los pueblos les falta voluntad, decisión y perseverancia en la consecución de sus grandes objetivos nacionales. Y como quiera que se plantee la ecuación, una cosa o la otra terminan concatenándose para hundir a los pueblos faltos de esa energía y esa firmeza de acción.

Hacer lo imposible equivalía, en esos momentos, a sacrificar hasta la propia vida para mantener la independencia, lograda en una atmósfera frágil e insegura, a toda costa y a cualquier costo.

Exigía alerta continua, audacia frente al enemigo, intrepidez en la lucha y, sobre todo, inteligencia y sabiduría para poder defenderse con pocos recursos y personas frente a la gigantesca maquinaria de guerra de los árabes, y trocar destreza por fuerza bruta.

Una vez enfrentados a lo imposible, la tarea de afianzar la independencia y la autonomía iba a exigir otros retos cruciales, como el de organizar y poner a funcionar las instituciones, asegurar a los ciudadanos contra las amenazas, crear infraestructuras de producción y robustecer y especializar a sus fuerzas de defensa.

Una nación emerge, se sostiene y crece sólo si sus ciudadanos presentan el pecho ante lo imposible y lo difícil, como lo han hecho los israelíes y los de otros pueblos.
Los dominicanos deberíamos pensar un poco en esta extraordinaria sentencia y aunarnos en un propósito que permita salvar lo bueno que hemos alcanzado en la democracia —que no es tan imposible— aunque tengamos que pagar por ello el precio de toda dificultad, no importa su rasgo.

Los políticos y los partidos, que han tenido el mandato de encabezar el proceso de afianzamiento de la democracia y garantizar la continuidad del Estado, han fallado en esta responsabilidad.

Y ahora el destino de la nación está en manos de una sociedad diversificada por los intereses sectoriales, pero aparentemente distraída ante los peligros que nos acechan desde distintos frentes.

No somos solidarios ni nos hemos unido para enfrentar ahora lo imposible —que es justamente la unidad en la lucha por la estabilidad y el engrandecimiento—y si no damos el primer paso en esa dirección, no tendremos ni coherencia ni fuerzas —en el futuro— para lidiar con lo más difícil, es decir, con una Nación que pueda quedar envilecida y anémica por culpa de la inacción de sus grandes hijos.


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Monday, October 03, 2005

Pollitos, garzas... y más alpistes

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.- El país requiere de soluciones reales y permanentes, como las que representan los metros o los modelos tipo transmilenio, destinados a cubrir grandes distancias en el menor tiempo, en ciudades geográficamente extendidas o de alta densidad poblacional.


Es descabellada, porque huele más que nada a negocio redondo, la idea del Gobierno de sustituir chatarras por minibuses y autobuses nuevos.

¿Qué razón justifica que los dineros del pueblo tengan que ser utilizados para financiar la eliminación de esas chatarras?


Si la hay, pues que la diga el Gobierno, para nosotros sugerirle entonces que cambie todos los cachivaches inservibles que tienen los pobres en sus ranchetas por útiles nuevos.

Si el Gobierno está boyante de dinero como para pagar a los propietarios de las chatarras la conversión de sus unidades en minibuses nuevos, de seguro que puede estar más dotado todavía para cambiar las chozas de los pobres por viviendas nuevas y confortables.

¿Por qué, pues, no hace este último cambio y beneficia a miles de familias indigentes o seriamente empobrecidas?

Las adquisiciones de minibuses, en etapas diferentes de nuestros gobiernos, han resultado una monumental fuente de corrupción, un pastel al que le dan mordidas insaciables determinados sectores que, al final, terminan apoderándose de los vehículos para formar sus propias empresas.

Los escándalos, en este sentido, están a la vista de todos. Y el Gobierno sabe que esto es así, porque en 30 años se han invertido más de 20 mil millones de pesos, y 150 millones de dólares sólo para el Plan Renove, en estas compras, y cada vez empeora el sistema.

Además, es sintomático que estas adquisiciones, que siempre conllevan apetecibles “comisiones” para las partes que manejan el negocio, se realicen en vísperas de elecciones en el país.

Los vehículos se convierten en el alpiste que sirve para comprar voluntades o adhesiones políticas, como igual ocurre cuando se ponen en marcha los llamados “planes de emergencia” o la masiva construcción de obras pequeñas –grado a grado para que no haya transparencia para alimentar a las boas políticas que siempre andan detrás de lo suyo, antes que servir a la sociedad.

El país requiere de soluciones reales y permanentes, como las que representan los metros o los modelos tipo transmilenio, destinadas a cubrir grandes distancias en el menor tiempo, en ciudades geográficamente extendidas o de alta densidad poblacional.

No podemos quedarnos en estas falsas soluciones de sustituir chatarras por “pollitos”, “garzas” o cualquier otro tipo de transporte, ya que es una injusticia derivar las contribuciones del pueblo hacia los bolsillos de unos cuantos negociantes.
Cuando se habla de estos planes son muchos los avivatos que aparecen recogiendo restos de autos en los talleres para ponerlos a circular y beneficiarse de un pago del Estado por algo que no debe estar en la calle contaminando u ocupando un espacio que no debe.

Sería penoso que este Gobierno, como el perro huevero, vuelva a reeditar la práctica de hacer compras millonarias de minibuses, a conciencia de saber que por ahí no andan las soluciones al problema de nuestro transporte público.


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Sunday, October 02, 2005

Reforma y gobernabilidad

SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA.-La gobernabilidad, como hemos dicho, no es una obra exclusiva de uno de los poderes del Estado, sino de los tres.
Uno solo de esos poderes no puede, por sí mismo, resolver todos los problemas de la nación, salvo el caso –indeseable, y por demás poco aconsejable– de que estén concentrados en las manos de un dictador.
El tema de la gobernabilidad se plantea, desde la óptica del Poder Ejecutivo, como el condicionante fundamental de la reforma fiscal que ahora se discute en el Congreso.
Si no aprueban la reforma, tal cual fue sometida, entonces vendría el caos, según la visión apocalíptica, y obviamente exagerada, del secretario Técnico de la Presidencia.
¿Y no podría venir el caos si, ignorando los padecimientos del pueblo, uno de estos poderes clava sobre los presupuestos diluidos del contribuyente, del pueblo carenciado, más impuestos que nadie sabe en qué obras útiles se van a usar?
¿No podríamos caer en la ingobernabilidad si los pueblos, ansiosos de inversiones públicas, languidecen por culpa de la desatención de un gobierno que se ha guardado 13 mil millones de pesos en tiempos en que las economías populares se resienten de una represa financiera y una austeridad impuesta por la circunstancia de crisis que heredamos del anterior régimen?
¿No sería atentar contra la gobernabilidad el que, a contrapelo de las aspiraciones de una sociedad para que castigue la corrupción pública, el Gobierno secuestre y no divulgue las auditorías que ponen en evidencia la magnitud de ese latrocinio?
¿No sería apostar a la ingobernabilidad el que, bajo el más patético cuadro de angustias y miserias en que viven millares de dominicanos, el Poder parezca indiferente y ausente cuando se le reclama acción oportuna y sostenida y solución a esas necesidades?
A los tres poderes públicos les corresponde una misión compartida para que la administración de los bienes de un país, la organización de la sociedad y la marcha de sus entes productivos, así como la regimentación de su sistema político, garanticen la existencia de un Estado democrático, en orden y en libertad.
En un Estado así, los poderes no pueden imponer unilateralmente –aunque tengan todas las potestades constitucionales– medidas que afecten el bien común sólo para tapar los hoyos de sus ineficiencias o para cubrir los errores de sus desatinos.
A este país, en las condiciones en que se encuentra, no puede imponérsele cargas excesivas que terminen sofocando el estrecho espacio que los dominicanos tienen para coger aire y no morir asfixiados por la crisis.
La verdadera gobernabilidad radica en el tino, el cuidado y la prudencia que tengan los tres poderes para no apretar más de la cuenta las tuercas que sostienen la rueda de la convivencia social dominicana.
Por esto, además, es válido, constitucional y saludable para la gobernabilidad el espacio que abre el Poder Legislativo a los sectores que producen las riquezas de que se nutren, sustancialmente, las arcas nacionales, y que manejan a sus anchas los que administran el Poder Ejecutivo.